Con motivo del Día Internacional contra la Pobreza, Garzón defendió en rueda de prensa las políticas alternativas a las del PP, partido al que acusó de luchar más “contra los pobres” que contra la pobreza.

Ante el “riesgo” de que el PP siga gobernando, Garzón denunció no solo los efectos de la crisis económica sino las consecuencias de la gestión neoliberal con la que primero el PSOE y después Rajoy afrontaron esa crisis y que se ha traducido en un empobrecimiento generalizado de la clase media y especialmente de los estratos más desfavorecidos.

Considera “dramático” el informe de la Agencia Tributaria según el cual se ha multiplicado de forma “espectacular” el número de personas cuyos ingresos no llegan a los 300 euros mensuales, y que son ahora 3,7 millones, un 22% más que al comienzo de la crisis, mientras la pobreza infantil asciende hasta el 30%.

En la causa de todo ello Garzón ve las reformas laborales que han consolidado la precariedad de los trabajadores y el beneficio a costa de la “explotación” de grandes capas sociales a las que se condena a la “miseria”.

Cree que la solución no es solo articular del Estado vías de “asistencialismo”, sino por derogar esa legislación, recuperar los derechos perdidos y fomentar desde la sociedad civil las vías de solidaridad popular y las movilizaciones en la calle con campañas específicas para reclamar otras políticas desde las instituciones.