Antes del ciclón, Médicos del Mundo ya había alertado de que el cólera se estaba extendiendo, con 27.000 casos, entre enero y agosto de 2016, un 27% más que en el mismo periodo del año anterior, pero tras la catástrofe el avance de la enfermedad es imparable y más teniendo en cuenta que el 75% de la población no dispone de baño y más de la mitad tampoco cuenta con agua potable.

"Muchas carreteras están impracticables, numerosos puntos de atención sanitaria han quedado dañados. De modo que, además de la destrucción de edificios ahora tenemos una mayor demanda de atención sanitaria con menos medios. La ayuda humanitaria es urgente, pero consolidar la reconstrucción del país a largo plazo es imprescindible”, declaró Federica Badocco, coordinadora de Médicos del Mundo España en Haití.