El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ya había aceptado la petición de la Fiscalía y había imputado al regidor de la CUP también por el delito de incitación a la sedición.

Coma se convertía así en el primer concejal imputado por mostrar su apoyo a la declaración de inicio del proceso de independencia que aprobó el Parlament el 9 de noviembre del año pasado. Hasta ahora no había sido llamado a declarar.

Los hechos sucedieron en el Pleno del Ayuntamiento en el que se aprobó una moción de apoyo a la independencia. Por estos hechos ocurridos en varias corporaciones se abrieron investigaciones que fueron archivadas. Sin embargo, Coma Roura hizo una proclama en la que directamente llamaba a la desobediencia y es por eso por lo que ahora será investigado.

La Fiscalía, una vez recibida toda la documentación de los Mossos d´Esquadra sobre los acuerdos municipales, solicita que “se reciba declaración como investigado a Joan Coma Roura (…) por un delito de incitación o provocación a la sedición previsto en el artículo 548 con relación a los artículos 18 y 544 del Código Penal”.

El Ministerio Público entiende que “de las actuaciones practicadas se confirma que la declaración pública incitando a impedir fuera de las vías legales las aplicación de las leyes y el cumplimiento de las resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucional” es una conducta tipificada como delictiva.

En ese sentido, indica que el autor de los hechos es persona constituida en autoridad, que hizo esas manifestaciones de manera pública, que llamó a la desobediencia a resoluciones judiciales y con un alcance más allá de las intenciones.

El juez investigó también a tres ayuntamientos catalanes que aprobaron resoluciones en el mismo sentido, así como a entidades como la Assemblea Nacional Catalana (ANC). El fiscal considera ahora que la actitud del concejal puede ser constitutiva de un delito de incitación a la sedición, que está castigado con hasta dos años y medio de prisión.

Vic aprobó la moción de apoyo a la declaración independentista del Parlament con 16 votos a favor de los 21 ediles que componen el Pleno, pertenecientes a CiU, ERC y la CUP.

En aquella sesión, Coma reclamó "dejar de supeditar las decisiones de nuestras instituciones a las instituciones españolas" y alentó a desobedecer a instituciones españolas como el Tribunal Constitucional, tal como lo hace la declaración aprobada en el Parlament y suspendida unos días después por el mismo tribunal.