En concreto, las declaraciones de personas con discapacidad supusieron el 9,02% de las 19.359.020 declaraciones de la Renta presentadas por los contribuyentes.

La ‘Estadística de los declarantes con discapacidad del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas’ tiene como objetivo conocer las características personales y familiares del conjunto de declarantes en las que, o bien el titular, o bien alguna de las personas dependientes del mismo (ascendiente o descendiente) tienen alguna discapacidad reconocida.

Así, los datos de Hacienda muestran de las 1.747.135 declaraciones, en 1.159.903 de ellas la persona con discapacidad es el titular, en 216.575 es el cónyuge, en 245.380 es descendiente y en 24.362 es ascendiente.

Además, los casos en los que tanto el declarante como el cónyuge son personas con discapacidad suman 66.291, en los que son el declarante y el descendiente son 21.735 y en los que son cónyuge y descendiente son 8.064.

Por último, hay 2.308 declaraciones en las que son personas con discapacidad declarante, cónyuge y descendiente, hay 1.620 en las que son declarante y ascendiente, y la Agencia Tributaria recoge otras 897 situaciones diferentes a todas las anteriores.

CUANTÍAS ABONADAS

La estadística de la administración tributaria recoge también que la base imponible general y del ahorro, cantidad sobre la que se calcula el impuesto, del IRPF para el conjunto de las declaraciones de personas con discapacidad o de contribuyentes con familiares con discapacidad fue de 30.438,5 millones de euros, el 8% del total (375.044,9 millones). De media, la base de imponible de cada declaración fue de 17.641 euros.

Por su parte, la cuota resultante de la autoliquidación del IRPF ascendió a 3.588,8 millones de euros, lo que supone 3.960 euros de media por contribuyente. Durante el ejercicio, las retenciones y demás pagos a cuenta sumaron 4.367 millones de euros, y de media la cuantía fue de 2.661 millones.

Una vez realizada la declaración de la Renta, el resultado de la misma arrojó un saldo negativo de 783,4 millones de euros, es decir, que de media la Agencia Tributaria devolvió 473 euros a cada contribuyente.

Las deducciones generales de las que se beneficiaron estos contribuyentes representaron 199,5 millones de euros (461 de media por declaración), de los que 157,3 correspondieron a vivienda habitual. Además, las deducciones autonómicas fueron 39,2 millones de euros (188 euros de media).