En una declaración institucional leída en el Palau de la Generalitatl, Montilla señaló que "no es la primera vez que eso pasa", tras transcurrir tres años y medio sin que haya resolución alguna.

"Hemos mantenido la calma. Hemos mantenido la calma y la serenidad durante todo este tiempo. Y la mantendremos", advirtió Montilla, quien subrayó que "hemos trabajado con tranquilidad y firmeza, y seguiremos trabajando".

Explicó que, pese a que no hay sentencia, el Estatut Llleva en vigor 1.346 días. Con "total normalidad", ha permitido aumentar el autogobierno de Cataluña y, en contra de lo que decían los que lo impugnaron, no ha roto España", espetó Montilla.

"Por eso", agregó, "el proceso de discusión de la sentencia no es normal, y es visto con recelo. Y es comprensible el sentimiento de fatiga que este largo proceso, y su incertidumbre, provocan en la opinión pública catalana".

"Con todo el respeto institucional", agregó Montilla, "quizás ha llegado el momento de decir que ni Cataluña ni España tienen que soportar una nueva fase de desgaste y descrédito de una de las instituciones más relevantes de nuestro sistema político".

Por ello, enjuició que el TC "tendría que reflexionar sobre si, con su composición actual, está en condiciones de trabajar con la normalidad y la serenidad que su alta función reclama".

"El TC tendría que reconocer también el hecho de que si después de más de 3 años y medio ha sido incapaz de dictaminar sobre su inconstitucionalidad, quizás ha llegado el momento de decir que el Estatuto es sencillamente, constitucional, como así creemos los que lo aprobamos, instituciones y ciudadanos".

Concluyó adelantando que se dirigirá al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y al líder del PP, Mariano Rajoy, para exigirles que impulsen la "renovación inmediata" del TC para permitir que desarrolle "con normalidad" sus funciones.