Rivera recomienda a Sánchez que “asuma la realidad” y juegue un “peso decisivo” en la oposición
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, aconsejó este martes al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que “asuma los resultados electorales y la realidad”, ya que cuando se consigue “el peor resultado de su historia” (como partido) se tiene que apostar por facilitar la gobernabilidad y jugar un “peso decisivo” en la oposición.
En un desayuno informativo en Madrid, Rivera confirmó que Sánchez todavía no le ha llamado en la ronda de contactos que está llevando a cabo con el resto de fuerzas para tratar de buscar entre todos una solución para evitar las terceras elecciones.
En ese sentido, manifestó que si el líder de los socialistas se pone en contacto con él, le trasladará su disposición a pactar sobre la base del acuerdo que alcanzaron en la anterior legislatura que resultó fallida.
Esto le sirvió para advertir a Sánchez de que es “inviable” que intente alcanzar acuerdos con una amalgama de “44 partidos”, en referencia a Podemos y sus confluencias, ya que mostró sus dudas acerca de que la formación morada apueste por apoyar unos presupuestos que se basen en los parámetros marcados por Bruselas o que ERC suscriba un pacto por la unidad de España.
“En la vida uno tiene que asumir los resultados y la realidad. Cuando uno consigue el peor resultado de su historia tiene que realista”, sentenció.
Rivera explicó que el PSOE con sus 85 diputados tendría “un peso decisivo” en la oposición, lo que le sirvió para dejar claro a Sánchez que tiene que optar entre ejercer una “oposición constructiva” o “ausentarse de los asuntos de España”.
Para dar fuerza a su idea, el líder de la formación naranja utilizó el disenso que algunos líderes territoriales socialistas han mostrado sobre la pretensión de Sánchez de erigirse en una alternativa a Rajoy, al afirmar que “no ha conseguido ni convencer a los suyos”.
De hecho, reprochó al secretario general socialista que haya sido capaz de reunirse con “quienes quieren romper España”, en referencia al portavoz de Partit Demòcrata Catalá, antigua Convergéncia, Francesc Homs, y que todavía no haya encontrado un hueco en su agenda para conversar con él.
MESA DE NEGOCIACIÓN
A pesar de estos reproches, Rivera propuso al PP y al PSOE la constitución de una mesa de negociación para formar Gobierno a partir de las cien medidas que están en los acuerdos de Ciudadanos con las otras dos formaciones.
Rivera confesó que poner de acuerdo a populares y socialistas será difícil pero más complicado fue, dijo, encontrar puntos de encuentro durante la Transición, con una dictadura y una guerra civil todavía fresca en el recuerdo.
Explicó que en esa mesa a tres deben estar presentes el PP, como “legítimo ganador de las elecciones”; el PSOE, que “debe aspirar a liderar la oposición”; y Ciudadanos, “como el impulsor de las reformas”.
Rivera concedió al PSOE el “legítimo derecho” a proponer alternativas al acuerdo de investidura suscrito entre el PP y Ciudadanos, aunque le advirtió de que a lo que no tiene derecho es a “paralizar un país pensando en un sillón”.
En ese sentido, apeló a la responsabilidad de los partidos interpelados para no utilizar las elecciones vascas y gallegas del 25 de septiembre como un paréntesis para formar Gobierno, en especial a la del PSOE, al que presentó como un “partido de Estado y responsable”, por ser el que más ha gobernado el país.
Planteó una paquete de medidas que tenga como ejes la modernización económica y educación, de la que dijo que debe orientarse hacia la competitividad y la productividad; políticas de bienestar, empezando por la reforma de las pensiones; una reforma institucional, en la que incluyó la del Senado y la despolitización de la Justicia; y lucha contra la corrupción.
“España debe reformarse o morir”, sentenció.
Rivera utilizó la corrupción para dejar claro que si la exalcaldesa de Valencia y senadora del PP, Rita Barberá, fuese imputada, dejaría su escaño. Todo ello, presumió, gracias a la labor sanadora que su partido ejerce sobre esta lacra.
“En una país serio cuando no hay mayorías, hay más control”, aseveró.
A su vez, descartó que su partido vaya a negociar unos presupuestos con el Gobierno, ya que un Ejecutivo en funciones no tiene atribuida esa competencia, si bien enarboló la vigencia del acuerdo de investidura suscrito con el PP para destacar que en España no se subirán los impuestos si se cumplen los objetivos de déficit con Bruselas.
AGENDA CATALANA
Por otra parte, Rivera reprochó al Gobierno que haya “minimizado” el impacto de la Diada del pasado domingo, ya que en Cataluña existe una “mayoría, no muy amplia”, que cree que la solución a la crisis pasa por la independencia de España y el aislamiento de la UE
Por ello, propuso como antídoto para combatir al independentismo la puesta en marcha de un pacto por España, al tiempo que confesó que “no es suficiente con hacer cumplir la ley”, sino que hay que “abrir un diálogo con la Generalitat para poner fin a los ‘penultimatum’”.
Dicho pacto tendría tres ejes: la aprobación de una nueva ley de financiación automática, la puesta en marcha de un plan de infraestructuras y la ejecución de una reforma constitucional que fortalezca el país y que “no se lo cargue”.
“No hay solución mágica para Cataluña, pero hay que empezar a trabajar en esa contrapropuesta para que el independentismo no sea la alternativa suculenta”, comentó.
Por último, consideró que la propuesta del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de anunciar elecciones constituyentes si el Gobierno central no acepta un referéndum “dinamita” la Constitución y las normas básicas de convivencia.
“La vía de la ruptura impide la negociación”, dijo, para insistir en que “no quiero que mi tierra sea una parte del problema sino de la solución”, al tiempo que admitió que puede hablar con demócratas pero que es “complicado ponerse de acuerdo con quien adultera las reglas del juego o se las salta”.
(SERVIMEDIA)
13 Sep 2016
MST/nbc