Garzón asegura que no había motivos legales que le obligaran a abstenerse en la querella contra el Santander

MADRID
SERVIMEDIA

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón aseguró hoy en su declaración como imputado ante el Tribunal Supremo que no había ninguna “causa legal” que le impidiera hacerse cargo de la denuncia presentada contra varios directivos del Banco Santander, entre ellos su presidente, Emilio Botín, a pesar de los 302.000 dólares con los que esta entidad subvencionó los cursos que el magistrado impartió en la Universidad de Nueva York.

En su declaración esta mañana ante el magistrado del Supremo Manuel Marchena, Garzón fue más allá y aseguró que, precisamente, de haberse apartado del conocimiento de la querella hubiese incurrido en una falta disciplinaria grave de “abstención injustificada”, según explicaron fuentes jurídicas.

Los artífices de la querella, los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea, acusan a Garzón de haber cometido delitos de prevaricación y cohecho por no abstenerse en la causa en los que se acusaba a Botín y otros directivos del Banco Santander de la apropiación indebida de la sociedad SCI Gestión. El juez de la Audiencia Nacional no sólo no se apartó del caso, sino que, en un auto dictado el 27 de noviembre de 2006, decidió archivar la causa.

La querella de Mazón y Panea aportaba como una de las pruebas más relevantes las cartas en las que supuestamente Garzón pidió, y posteriormente agradeció, al presidente del Banco Santander, Emilio Botín, la financiación de los cursos de Nueva York; unas misivas en las que el magistrado utilizaba términos como "querido Emilio" o "te mando un gran abrazo".

Preguntado por el instructor Marchena sobre estas expresiones de afecto que dedicaba en las cartas al presidente del Banco Santander, el juez de la Audiencia Nacional indicó que es “una forma habitual” que tiene de expresarse aunque reconoció que no sabe si es “acertada o desacertada”.

Para avalar estas afirmaciones, Garzón entregó al magistrado del Supremo copias de algunas cartas que envió a personas como Rodrigo Rato, José Luis Rodríguez Zapatero, Miguel Ángel Moratinos, Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre o Alberto Ruiz-Gallardón para invitarles a los cursos de Nueva York. Todas las misivas comienzan con un “querido” y acaban con la expresión “un abrazo”.

De forma complementaria, dijo que no tener ninguna relación personal con el presidente del Banco Santander, aunque reconoció haber coincidido con él en alguna ocasión.

NECESIDADES FAMILIARES

Durante su declaración como imputado, que se extendió durante casi cuatro horas, Garzón dijo que los honorarios que obtuvo por su labor en el Centro de Estudios Rey Juan Carlos de la Universidad de Nueva York “rondarían los 160.000 dólares (118.060 euros)”. Su sueldo neto mensual era de 5.600 dólares (4.100 euros), además del pago de la vivienda que ocupaba en la ciudad y de los gastos de escolarización de su hija.

El juez aseguró que “este es el régimen normal que se acuerda con los profesores visitantes distinguidos que se incorporan a la universidad” y añadió que no hubo ninguna negociación ni ningún “tira y afloja” con el centro a cuenta de su honorarios

Garzón explicó que, a pesar de estos honorarios, decidió seguir recibiendo su sueldo como juez “para cubrir las necesidades familiares” generadas en España. Preguntado sobre si comunicó a la universidad que seguía percibiendo sueldo como magistrado español, contestó que nunca le preguntaron.

“En ningún momento ha habido ningún ánimo de ocultación”, dijo, y añadió que todas estas cantidades declaradas tanto a las autoridades tributarias americanas como a las españolas.

Por último, el magistrado incidió repetidas veces en que todos sus honorarios y sus gastos fueron sufragados por los distintos organismos de la Universidad de Nueva York y no tuvieron “absolutamente nada que ver con el Banco Santander”.

“Ninguna entidad financiera, ni ninguna corporación empresarial, ni de otro orden, pagó parte de mis honorarios o de mis gastos familiares”, afirmó.

Sobre afirmaciones que se hacían en la página web de la Universidad de Nueva York, en la que se aseguraba que fue Garzón quien “diseñó y obtuvo los fondos” para la celebración de los cursos, el juez dijo desconocer quien elaboró esa información pero aseguró que era totalmente incorrecta.

En este sentido, señaló que en la misma página web señalaba que él había sido el instructor de la investigación sobre los atentados del 11-M, cuando en realidad fue su compañero Juan del Olmo.

(SERVIMEDIA)
15 Abr 2010
DCD/lmb