Según la Crue, la UFE no pretende tener el estatus de una universidad en el sentido habitual, sino que se concibe más bien como una entidad virtual, que tomará la forma de una red de universidades abierta al conjunto de establecimientos de enseñanzas superior francesas y españolas.

Agrega que la UFE pretende “aportar valor añadido y posicionarse más allá de instrumentos y programas bilaterales existentes, para facilitar y reforzar la cooperación ya existente y promover la creación de nuevos programas”.

Actuará de observatorio de la cooperación franco-española, con el fin de mejorar las políticas comunes definitorias de su campo de acción y de armonizar las prácticas en ambos países.

Además, la nueva universidad sstará dirigida por un comité directivo integrado de forma paritaria por representantes de ambos Gobiernos, de la Crue y de la CPU, así como por un comité operativo compuesto por miembros de estas dos últimas.

Este comité deberá constituirse como tarde en el mes de septiembre, para poner en marcha la organización de distintos seminarios de trabajo, el desarrollo del sitio web de la Universidad Franco-Española y las primeras acciones de apoyo a acciones cooperativas en el campo de la docencia y la investigación.