Sánchez hizo este anuncio tras la reunión de la Ejecutiva Federal, en su primera rueda de prensa en Ferraz desde las elecciones generales, en la que justificó la iniciativa señalando que el PP no va a hacer nada para lograr más apoyos y "esa cerrazón obliga al resto de fuerzas a dialogar".

El líder socialista quiso recalcar en varias ocasiones que el que inicie una ronda de consultas no significa que él se postule para "liderar un Gobierno alternativo", pero tampoco lo descartó.

Apeló a que las conversaciones serán "sin exclusiones" y a que el presidente del Gobierno no debería ser un independiente, sino un representante votado por los españoles. Eso sí, aseguró que no se presentará a una investidura que no tenga los apoyos garantizados.

Sánchez sostuvo que el fracaso de la investidura del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, “no es el fracaso de la política”, y que, si el PP “no va a mover un solo papel para tratar de articular una mayoría”, el resto de partidos no pueden quedarse “de brazos cruzados”.

Al contrario, adujo, tienen que buscar “una solución entre todos para solucionar el atasco”. De hecho, justificó el incluir a Rajoy entre su interlocutores para instarle a que “salga de su enrocamiento” y saber “qué planes tiene” a partir de ahora.

Sánchez dijo que emprende esta iniciativa “de manera humilde, generosa”, consciente de “toda la complejidad y dificultad que el escenario político contempla”. Y afirmó con rotundidad: “Voy a hablar con todas las fuerzas políticas, pero no me estoy postulando para liderar una alternativa, que quede claro”.

También prometió hacerlo “sin engañar a nadie” y “sin crear falsas expectativas”, y aclarando que “no es una solución que pueda dar el PSOE, tenemos que darla entre todos”. “Soy claro, voy de frente y soy coherente”, reivindicó.

PODEMOS Y CIUDADANOS

No obstante, Sánchez se dirigió de forma muy particular a Ciudadanos y Podemos, los dos partidos cuyo veto mutuo impide la formación de un gobierno alternativo sin recurrir a los partidos independentistas. El Comité Federal de enero de 2016 ya puso como condición a Sánchez no negociar con ERC ni la entonces llamada Convergència Democrática de Catalunya.

El líder socialista dijo que le gustaría que Ciudadanos y Podemos no se vetaran, preguntó por qué no pueden reunirse entre ellos cuando él sí que lo hace con Rajoy y recordó con malicia que ambos partidos entraron con fuerza en las elecciones de diciembre pero han perdido escaños en junio.

“Lo último que tienen que hacer es vetarse, eludir cualquier tipo de responsabilidad”, les conminó, apuntando con cierta ironía que la responsabilidad de Ciudadanos “no es votar sí a cualquier candidato que se presente” y la de Podemos tampoco es votar no a cualquiera. A este segundo partido le instó a acudir, como él, “sin vetos”, y no dispuesto sólo a pactar con el PSOE si va por el camino que le interesa.

Sánchez aseguró estar dispuesto a escuchar a todos las soluciones que le proponen, pero, cuando los periodistas le instaron a concretar la suya, se limitó a decir que “la propuesta del PSOE es cambio”.

En cuanto al Comité Federal, bromeó que él es “un Comité Federal andante”, pues ha convocado muchos en los últimos meses y pidió a los medios de comunicación que le reconozcan su apertura al debate interno y su cumplimiento de las decisiones que “se toman de manera colegiada”.

Ahora bien, anunció que lo convocará “cuando haya una alternativa” al Gobierno de Mariano Rajoy, cuando “haya novedades sobre cómo debloquear la situación”, y eso puede ser antes o después de las elecciones vascas y gallegas del día 25. Y recordó que una reunión de este órgano se puede convocar en 24 horas.