Pastor está citada a las doce con el Rey para hacer esa comunicación oficial que mandata la Constitución, aunque ya el viernes por la noche, después de la votación en el Congreso de los Diputados, ambos hablaron telefónicamente.

En esa segunda votación Rajoy obtuvo los mismos votos que en la primera: 170 a favor y 180 en contra, con lo que no consiguió la confianza del Congreso de los Diputados para volver a ser presidente del Gobierno. En la primera hacía falta mayoría absoluta y en la segunda mayoría simple, pero en ninguno de los dos casos el resultado fue suficiente para iniciar un nuevo mandato.

En aplicación del artículo 99 de la Constitución, Pastor tiene que informar al Rey de ese resultado para que, en su caso, el Jefe del Estado inicie una nueva ronda de contactos con los partidos representados en el Congreso de los Diputados de cara a hacer una nueva propuesta de candidatura a la investidura.

Desde el miércoles 31 de agosto, día de la primera votación, está corriendo el plazo constitucional de dos meses para que pueda haber nuevos intentos, siempre de candidatos propuestos por el Rey . Si ninguno de esos intentos fructificara, la Constitución obliga a disolver las Cortes Generales y a convocar nuevas elecciones, decisión que recae en el jefe del Estado con el refrendo de la Presidencia del Congreso.