En su discurso ante la Junta General de Accionistas, el presidente de ACS apuntó que seguirán "tratando de colaborar en el crecimiento y la rentabilidad de Iberdrola junto con el resto de socios y accionistas".

ACS se encuentra en litigio con Iberdrola, pues la eléctrica alude a conflictos de intereses y no le permite contar con el asiento en el Consejo de Administración que le correspondería por su participación. "Tenemos el convencimiento de que lo razonable siempre acaba imponiéndose", aseguró Pérez en este sentido.

ACS consiguió un puesto en el Consejo por unas horas el pasado 26 de marzo. La Junta de Accionistas de Iberdrola rechazó el nombramiento del consejero José María Loizaga, designado por ACS y aceptado por la mesa de la Junta al inicio de la jornada.

Iberdrola justificó esta revocación con distintos informes que demuestran que entre ambos grupos existe un conflicto de intereses, es decir, que la compañía que preside Florentino Pérez es una competidora que, por lo tanto, no puede tener cabida en el Consejo de la eléctrica.

El responsable de ACS recordó este jueves que desde la década de los años 20 empresas del grupo trabajaban ya en la instalación y el mantenimiento de activos de generación y distribución, al tiempo que "fomentaban una duradera" relación de confianza con el regulador público y con las compañías del sector, tanto públicas como privadas.

"Esta larga experiencia es la que queremos aportar a Iberdrola", insistió el presidente de ACS, quien agregó que se quiere potenciar su función social, económica y crear valor para todos los accionistas.