Estos datos fueron dados a conocer este jueves en una rueda de prensa en la Consejería de Sanidad madrileña, en la que estuvieron el titular del departamento, Jesús Sánchez Martos; la directora general de Salud Pública, Yolanda Fuentes; y el director general de Coordinación de la Asistencia Sanitaria de la región, César Pascual Fernández.

Fuentes recordó que el primero de los pacientes, un varón de 62 años, fue contagiado por la picadura de una garrapata tras un paseo por el campo en la provincia de Ávila, en Castilla y León. Esta persona falleció el pasado 25 de agosto en el Hospital Universitario Gregorio Marañón, tras haber sido atendido inicialmente en el Hospital Infanta Leonor.

La segunda paciente, una enfermera de la UCI del Hospital Infanta Leonor que pudo contagiarse al estar en contacto con los fluidos mientras lo atendía, fue trasladada anoche en una UVI móvil del Summa 112 a la Unidad de Aislamiento de Alto Nível del Hospital La Paz-Carlos III con todas las medidas de aislamiento protocolizadas para estos casos.

ENTRE UN 3% Y UN 40% DE MORTALIDAD

Sánchez Martos afirmó que "se han confirmado dos casos de fiebre hemorrágica Crimea-Congo”, aunque transmitió “un mensaje de tranquilidad” a la población, ya que, “no hay motivo de alarma”, porque “está todo controlado".

Por su parte, Pascual Fernández señaló que la paciente “está estable y evolucionando ligeramente a mejor a lo largo de noche” y explicó que “presenta un cuadro típico este tipo de fiebres hemorrágicas”, que consiste en “fiebre, pequeñas manchitas llamadas petequias que son manchitas de sangre en distintas partes de las extremidades”, así como “dolores, pérdida de plaquetas y dificultad respiratoria”.

Asimismo, Fuentes informó de que la fiebre hemorrágica Crimea-Congo “tiene un índice de mortalidad entre el 3% y el 40%”, puesto que depende “de la atención sanitaria que se le proporcione al paciente” y “del sistema sanitario de cada país”.

Al mismo tiempo, la directora de Salud Pública señaló que las vías de transmisión entre humanos son a través del “contacto con los fluidos corporales” y añadió que “los pacientes asintomáticos no transmiten la enfermedad”.

“GRAN TRABAJO”

Los tres representantes médicos quisieron destacar el “gran ojo clínico” que tuvieron los médicos del Infanta Leonor, que, a pesar de que “en Europa no tenemos experiencia ni en el manejo clínico ni en el diagnóstico de esta enfermedad, anticiparon no solo el diagnóstico antes de tener confirmación analítica, sino que anticiparon el tratamiento que comenzó ayer por la mañana con el tratamiento retroviral”.

Por último, Sánchez Martos detalló que “se ha puesto en marcha un Gabinete de Seguimiento y un Comité Técnico de Expertos, integrado por profesionales de la propia consejería, del Ministerio de Sanidad y expertos universitarios”.