Rajoy contestó así durante la segunda jornada del debate de investidura al discurso del portavoz de Esquerra en el Congreso de los Diputados, Joan Tardá, que previamente había comenzado su intervención asegurando que los catalanes no tienen "miedo" a las consecuencias de poner en marcha un proceso de secesión y que garantizó que antes o después se producirá la independencia catalana.

El debate sobre el desafío emprendido desde la Generalitat de Cataluña monopolizó todo el careo entre Tardá y Rajoy, que se mostró tajante tanto en el fondo como en la forma a la hora de subrayar que ni la independencia ni el referéndum en sí son posibles "porque las decisiones las toman todos los españoles", de acuerdo al principio de soberanía nacional que establece la Constitución de 1978.

Rajoy insistió en que un referéndum "no se puede celebrar ni en Cataluña ni en ningún lugar de España" porque son todos los españoles los que tienen derecho a opinar sobre la secesión de una parte del territorio. "La autodeterminación sólo es posible con el consentimiento de todos y sería bueno que usted de una vez se enterase", sentenció.

"Eso es lo que se llama la soberanía nacional y la unidad nacional no le corresponde ni a la Generalitat ni al Gobierno que preside ni al Congreso ni al Senado, corresponde única y exclusivamente al pueblo español, que es quien tiene derecho a decidir sobre su país y del que usted quiere privar por procedimientos nada democráticos".

El presidente del Gobierno en funciones advirtió a Tardá de que "lo que usted pretende no se puede hacer" y resaltó, además, que "eso pasa en España y en cualquier lugar del mundo". Incluso, le invitó a leer lo que dice Naciones Unidas sobre el derecho de autodeterminación y recordó que ese derecho sólo existía en las extinguidas URSS y antigua Yugoslavia. "Ahora sólo existe en Etiopía y con muchísimas restricciones en Canadá", añadió.

Rajoy aseveró con gesto serio y voz rotunda que "las cosas son así" y que "esto es la democracia" porque "la democracia no es lo que usted diga sino lo que diga el conjunto del pueblo español".

Tras escuchar al diputado de ERC, soltó incluso que antes le tenía "respeto" pero a la vista de su hoja de ruta para la independencia va a pensar si también le debe tener miedo, la misma palabra con la que el propio Tardá había iniciado su intervención en la tribuna de oradores para dejar claro que los catalanes no se achantarán a las presiones del Estado de Derecho.

Rajoy le preguntó a este respecto si "el Estado de Derecho no existe" para Esquerra Republicana y garantizó que, mientras él sea presidente, considera que la más importante de todas es "que se cumpla la Constitución española" frente a aquellos que quieren "liquidar la ley". "No tenga la más mínima duda de que lo haré", recalcó.

Frente al desafío independentista, Rajoy se preguntó "qué diría" Tardá si el Estado actuase de la misma forma que la Generalitat de Cataluña a la hora de incumplir las leyes y poner en marcha un proceso fuera de la Constitución. Apuntó que "si todos actuaramos" de la misma forma sería "la selva" e imperaría "la ley del más fuerte".

Denunció que esa actitud sólo sirve para generar "demasiada fractura, demasiada tensión" y advirtió de que al final siempre acaba "haciendo daño a demasiados ciudadanos". Para evitar eso, adujo que precisamente el Gobierno que todavía preside en funciones ha adoptado las medidas necesarias para solucionar los graves problemas financieros que tiene Cataluña.

Recordó que la Generalitat ahora obtiene dinero a través del Estado con un interés del 0% porque España es "una nación que no deja tirado a nadie" y todos los españoles "somos iguales y solidarios" con los demás. Por último, volvió a recordar a Tardá que "en democracia lo primero es el imperio de la ley".