Durante su intervención en el XVII Encuentro del Sector Financiero, Olavarriera lamentó que se intente castigar la imagen de las cajas de ahorros, puesto que "esa atmósfera de dudas no beneficia a nadie".

Según explicó, estos ataques pueden afectar a la imagen del sistema financiero español en los mercados internacionales y elevar el riesgo-país de España.

Reconoció que "quizá falte información por nuestra parte y deberíamos estar acudiendo a los medios y dar más información". En este sentido, añadió que la desinformación produce una falta de rigor y exactitud.

Respecto al Frob, Olavarrieta recordó que no se ha creado sólo para las cajas, sino también para los bancos, al tiempo que urgió a cerrar la reestructuración del sistema financiero cuanto antes, "porque nos queda poco tiempo".

Por ello, calculó que en la primera fase de la reorganización del sector quedarán unas 33 cajas de ahorros. Poeteriormente, en declaraciones a la prensa, Olavarrieta dijo que en un futuro próximo el número de cajas podría verse reducido hasta las 25 o 27, "pero no tengo la piedra filosofal".

Olavarrieta se felicitó de que el Gobierno haya aprobado "algunas medidas clarificadoras" que hacen referencia al tratamiento fiscal de los Sistemas Institucionales de Protección (SIP), si bien todavía existen algunas incógnitas.

Por otra parte, Olavarrieta arremetió contra sus competidores, los bancos, y recordó que el año pasado las cajas aumentaron la concesión de créditos. "Aquellas entidades que, supuestamente no tienen ningún problema, no entiendo por qué no están prestando dinero", apostilló.

ADAPTACIÓN DEL NEGOCIO

Durante su intervención en una mesa redonda sobre la "Adaptación de los modelos de negocio al nuevo entorno", José Luis Aguirre, director general de Ibercaja, explicó que la economía se enfrenta a una década de crecimiento de los mercados financieros reducidos.

Según Aguirre, las fusiones pueden ser buenas a largo plazo siempre que una de las entidades sea la dominante, tenga un modelo de éxito y se imponga a las otras con rapidez, de lo contrario la fusión no tendrá futuro.

No obstante, sí dijo que algunas entidades pueden fusionarse para mejorar su solvencia y capital, pero sabiendo que el futuro de la entidad resultante estará en la cuerda floja.

En cuanto al modelo de las cajas de ahorros, Aguirre defendió que "es un valor de marca muy importante" y "si la banca pudiese ser caja, querría ser caja".

Por su parte, el director general de Caixa Catalunya, Adolf Todó, explicó que el proceso de fusión iniciado junto a Caixa Manresa y Tarragona ha sido "muy complicado", debido, entre otras cuestiones, a que se ha intentado hacer tan rápido como ha sido posible para eliminar incógnitas y desconfianza.

Según explicó Todó, esta fusión dará lugar a una entidad "más sólida, más dinámica y más eficiente", gracias en parte a la reducción de la capacidad instalada. La reducción del número de oficinas será del 25% y la entidad se centrará en la proximidad con el cliente.

Para Ángel Rivera, director general de Negocio de Banco Popular, la entidad tenía claro que la crisis era una "oportunidad" para realizar una revisión de su negocio y para estar "pegado al terreno".

Rivera añadió que, en un momento de no crecimiento, la salida era ganar cuota de mercado "y ese es nuestro objetivo", con el fin de aprovechar todas las oportunidades "que esta crisis nos ha brindado y nos va a brindar".

Por su parte, el presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, defendió que las rigideces del mercado está encareciendo la financiación y eso repercute en el crédito que continuará cayendo.

Menéndez denunció que "algo falta" en el mercado regulatorio para completar el proceso de reestructuración financiera derivado de la crisis a nivel internacional.