Durante la acción, organizada por AnimaNaturalis, los activistas quedaron tendidos sobre la acera embadurnados de sangre artificial simulando ser cadáveres de animales utilizados para fabricar prendas con sus pieles, mientras una de ellas portaba un cartel en el que se podía leer “¿Cuántas vidas para un abrigo?” y alzaba la voz con las consignas: “Los animales necesitan su piel, tú no” y “La crueldad no es elegancia”.

La portavoz de AnimaNaturalis, Aïda Gascón, explicó a Servimedia que la protesta se ha adelantado este año respecto a los anteriores, que coincidía con el inicio de la temporada de moda otoño-invierno, ya que recientemente en Nueva York “han saltado las alarmas porque se ha descubierto que se está haciendo pasar pelo de perro y de gato de China por piel sintética”.

“Muchos consumidores estamos en contra del maltrato animal y rechazamos el uso de pieles de animales. En Nueva York ya están multando a las tiendas con entre 3.000 y 6.000 dólares por ese etiquetado falso de piel sintética. En España y en la UE no hay fiscalización alguna y hay sospechas de que esté pasando lo mismo”, apuntó.

Gascón señaló que “para confeccionar un solo abrigo hace falta matar 20 zorros, 70 conejos o visones, o 300 chinchillas”, y agregó que AnimaNaturalis saldrá a las calles de Madrid este otoño con una nueva campaña contra el uso de pieles de animales para abrigos.

60 MILLONES DE ANIMALES AL AÑO

Según AnimaNaturalis, visones, hurones, zorros, conejos, focas, nutrias, vacas, chinchillas, perros y gatos “son asesinados para convertir sus pieles en prendas de vestir o accesorios de moda”, y más de 60 animales son sacrificados cada año en todo el mundo para comerciar con su piel.

Recientemente, Países Bajos (tercera potencia mundial en producción de pieles, por detrás de China y Dinamarca) aprobó la prohibición de todas las granjas peleteras en todo el país, lo que obliga a cerrar más de 160 criaderos que producían cinco millones de pieles al año. Medidas similares se han aprobado con anterioridad en Reino Unido, Italia, Austria, Croacia, Suecia y Alemania.

Desde 2007 está prohibida en la UE la importación de piel de perros y gatos que se solía traer de China y se han puesto en marcha limitaciones en otros tipos de pieles provenientes de ese país, “por carecer de ninguna normativa en protección animal”, según AnimaNaturalis.

“En las granjas peleteras los animales pasan su vida encerrados en pequeñas jaulas hasta que son gaseados o electrocutados vía bucal o anal, para después pasar a ser desangrados y despedazados. La mayoría de ellos todavía están conscientes en ese momento, por lo que pueden sentir cómo su piel es arrancada de sus cuerpos”, denunció esta organización.