La presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, a quien correspondía convocar y ordenar ese debate, informó de ello el pasado jueves.

El debate comenzará esta tarde a las cuatro de la tarde con la exposición por parte del candidato de su programa del Gobierno y después se suspenderá hasta el día siguiente a las nueve de la mañana de mañana.

Es el mismo esquema que estableció la anterior legislatura el entonces presidente del Congreso, Patxi López, para el debate de investidura al que se sometió el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

En aquel momento el PP lo criticó por considerarlo una "cacicada", una "trampa" a la democracia, ya que rompía la costumbre de que el candidato hable por la mañana y esa misma tarde comiencen los portavoces.

"PROS Y CONTRAS"

A pesar de aquellas críticas del PP, Pastor ha optado por ese mismo modelo para el debate al que se someterá Rajoy. Según explicó la presidenta de la Cámara Baja, tomó la decisión después de analizar "los pros y los contras" de cada opción.

Entiende que de esa manera los grupos parlamentarios tienen más tiempo para analizar las propuestas del candidato y tomar una posición.

Después de la exposición de Rajoy, este miércoles, a las nueve de la mañana, comenzarán las intervenciones de los grupos, de mayor a menor cerrando con el mayoritario, el PP.

Si sigue la tradición, Rajoy responderá uno a uno a los portavoces, y en todo caso la votación será al final del día, necesariamente antes de medianoche porque así está calculado para que, en caso de ser fallida y de que ningún otro candidato obtenga el respaldo de la Cámara, la repetición de las elecciones sea un domingo.

INICIO DE LOS PLAZOS

En esa primera votación, la que pone en marcha los plazos constitucionales para la repetición de las elecciones si fuera necesario, Rajoy necesita el respaldo de la mayoría absoluta del hemiciclo para ser investido, es decir, 176 escaños. Si no lo consigue habrá una segunda votación pasadas 48 horas en las que basta mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra al margen de las abstenciones.

La primera votación tiene que ser antes de que finalice el día 31 y a esa misma hora será la del día 2 de septiembre. En caso de ser fallida, desde este miércoles comienza a contar el plazo de dos meses para que pueda haber, en su caso, sucesivos intentos de otros candidatos, siempre designados por el Rey.

Si ninguno de ellos obtuviera el respaldo de la Cámara, transcurridos los dos meses el Rey disolvería las Cortes Generales y convocaría nuevas elecciones generales con el refrendo de la presidenta del Congreso de los Diputados.

Dado que el lapso de tiempo entre la convocatoria de las elecciones y su celebración es de 54 días, los plazos iniciados con la votación de investidura del 31 de agosto concluyen con la celebración de los comicios el 25 de diciembre.