Ridao hizo estas afirmaciones en la sesión de control al Gobierno, en la que preguntó a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, si considera que una sentencia del TC recortando el Estatuto catalán es de una “absoluta normalidad democrática”. El Alto Tribunal se reúne hoy para perfilar el fallo definitivo.

La vicepresidenta De la Vega se mostró convencida de que la sentencia del TC será “razonada, razonable, ajustada y conforme a los principios constitucionales”.

Sin embargo, Ridao no compartió la opinión de Fernández de la Vega, al señalar que “parece que finalmente va a venir el lobo en forma de sentencia sobre el Estatut” y que “va a dar un nuevo bocado” sobre el texto, "no sabemos si para dejarlo en los huesos”.

Reprochó el “retraso absolutamente esperpéntico” que lleva la resolución del recurso contra el Estatuto, “sentado en el banquillo de los acusados”, y señaló la “dudosa legitimidad” del actual Tribunal Constitucional.

A su juicio, una sentencia modificando el texto constituirá la “auténtica quiebra del Estado de las Autonomías, porque quedará demostrado que no cabe en la Constitución ni tan siquiera el texto recortado ni la voluntad expresada por el pueblo catalán en las urnas”.

TRANQUILIDAD

De la Vega señaló que el Estatuto es una “buena ley, que se está aplicando con plena vigencia, con plena normalidad democrática, y que además cuenta con plena legitimidad democrática”, la del Parlamento de Cataluña y el de la nación y el aval del pueblo de Cataluña.

No obstante, añadió que “las deliberaciones del Tribunal Constitucional, las decisiones del Tribunal Constitucional, forman parte también de la normalidad democrática (...), de nuestro sistema democrático”.

De la Vega pidió respeto por el tiempo y las deliberaciones del TC. “Es verdad que a todos nos gustaría que ese tiempo fuera menor, pero cierto es que los tiempos judiciales no son exactamente iguales que los tiempos políticos o los tiempos electorales, pero eso también forma parte de la normalidad democrática”, añadió.

La vicepresidenta primera, que tachó de “cuanto menos aventurado” hacer “cábalas” sobre lo que dirá el TC, destacó el buen talante de la sociedad catalana, que ha vivido “importantísimos avances en autogobierno, en prosperidad, en sana convivencia, en colaboración institucional leal y solidaria con el resto de las comunidades autónomas y con el conjunto de los poderes del Estado”.