Estas partículas de polvo aparecen como consecuencia de las masas de aire procedentes del norte del continente africano, que transportan una elevada concentración de partículas de origen mineral y que provienen de regiones desérticas.

Aunque las primeras horas serán las de mayor incidencia, se prevé que las masas de aire se desplacen a lo largo del día hacia el este, de manera que por la tarde aún se puedan alcanzar altos valores relativos de polvo en zonas del sector oriental peninsular.

El Área de Salud del Ayuntamiento de Madrid alertó de que una alta concentración de este polvo puede ocasionar problemas al respirar e incluso ahogos entre la población más vulnerable, por lo que se debe tener precaución.

Una sobreexposición a estas partículas irrita las vías respiratorias y los pulmones, pudiendo causar la aparición de bronquitis y una mayor susceptibilidad a infecciones respiratorias, así como la reagudización de sintomatología en pacientes con enfermedades crónicas respiratorias.

Por esta razón, se recomienda especial atención a los niños, puesto que su exposición puede resultar mayor debido a que realizan más inspiraciones por minuto y suelen pasar más tiempo al aire libre.

Las personas con problemas cardiovasculares también son población de riesgo, dado que estas partículas pueden generar respuestas inflamatorias en el sistema circulatorio agravando la sintomatología de enfermedades cardiovasculares y pudiendo provocar arritmias, infarto agudo de miocardio y accidentes cerebrovasculares en los casos más graves.