Estos alumnos con necesidad específica de apoyo educativo representan el 6,5% del total de alumnos. De ellos, un 33,6% necesitaron el apoyo por estar asociado a algún tipo de discapacidad, un 3,7% por presentar altas capacidades intelectuales, un 1,6% tuvieron una integración tardía en el sistema educativo español y el 61,1% restante se refirió a otras necesidades de apoyo educativo.

De los 315.780 alumnos que recibieron apoyo por 'otras categorías', el 29,9% se debió a trastornos del aprendizaje, el 22,3% a problemáticas derivadas de situaciones de desventaja socioeducativa, el 13,4% a trastornos del desarrollo del lenguaje y la comunicación y un 26,7% no se asoció a ninguna categoría concreta.

Atendiendo a la distribución entre hombres y mujeres, los primeros representan el 61,9% del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo y las mujeres el 38,1% restante y la comunidad autónoma con mayor porcentaje fueron Navarra (15,2%), Baleares (12,9%) y Galicia (12,4%), mientras que en el otro extremo se encuentran la Comunidad de Madrid (3,6%), Aragón (3,6%) y País Vasco (3,9%).

En cuanto al alumnado con necesidades educativas especiales asociadas a una discapacidad, un 37,4% se debió a una discapacidad intelectual, los trastornos graves de la conducta/personalidad representaron al 22,4%, los trastornos graves del desarrollo pertenecieron al 17,5% de estos alumnos y los alumnos con discapacidad motora y con discapacidades sensoriales fueron el 4,3% y el 1,8%, respectivamente.

Según los datos facilitados por el Ministerio, el 80,2% del alumnado con necesidades educativas especiales se encontraba integrado en el curso 2014-2015 en unidades escolares ordinarias, mientras el 19,8% restante estaba en centros y unidades específicas.