Según informó la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los agentes iniciaron la investigación a raíz del aumento de robos con violencia ocurridos en Tetuán. Todos los asaltos seguían un mismo patrón: aprovechando la soledad de ciertas calles de escaso tránsito, un individuo abordaba a mujeres, adolescentes o ancianos por detrás, al tiempo que otros vigilaban las inmediaciones.

A veces las víctimas perdían el conocimiento y, una vez neutralizadas, les sustraían los efectos que portaban, principalmente joyas, artículos informáticos y teléfonos de última generación, así como cualquier objeto valioso al que le pudieran dar una salida fácil y rápida.

Una vez determinado el "modus operandi", los agentes establecieron sucesivos dispositivos discretos de vigilancia y seguimiento en las zonas afectadas, al objeto de localizar a los presuntos autores de los hechos. A través de las descripciones facilitadas por las víctimas, los investigadores supieron que los asaltantes eran de origen árabe y que, al menos, intervenían dos de ellos.

En uno de los mencionados dispositivos, los agentes identificaron a un individuo que portaba un teléfono móvil de última generación, que resultó haber sido robado. Además, constataron que el método utilizado en la sustracción había sido el estrangulamiento.

La propietaria del teléfono fue localizada y una vez en dependencias policiales se le hizo entrega de éste. Cuando lo encendió, encontró archivos fotográficos desconocidos en la memoria del terminal, donde había imágenes del arrestado, así como de otros dos individuos que fueron identificados por la víctima como los presuntos autores de su asalto.

Posteriores gestiones permitieron la localización y detención de los otros cuatro miembros de la banda, logrando con ello la desarticulación de este grupo organizado especializado en este tipo de asaltos.

Una vez realizadas las diligencias policiales, los investigadores han conseguido imputar a los ahora arrestados otros nueve robos con violencia, perpetrados todos en el distrito de Tetuán. Los cinco detenidos, que acumulan cerca de una treintena de antecedentes policiales por hechos de naturaleza similar, ya han sido puestos a disposición judicial.