Así respondía el consejero delegado de la entidad, José Antonio Álvarez, en la rueda de prensa de resultados trimestrales al informe elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

"No tengo datos de la tulización de cajeros de nuestra red", afirmó Álvarez, si bien reconoció que en España existe "un mercado competitivo donde los precios son absolutamente transparentes".

En este punto, el número dos de la entidad añadió que "creo que hay un buen servicio de cajeros en el país".

Además, el directivo del banco señaló que la red de cajeros automáticos en España es "amplia y suficiente" para atender las necesidades de los clientes.

Por otra parte, en relación con la reestructuración del sistema financiero español y sobre si quedan oportunidades para hacer compras, Álvarez señaló que "nuestra prioridad es crecer orgánicamente".

Según dijo, "en los libros", el actual nivel de tipos y de baja rentabilidad sí favorecen operaciones corporativas, si bien "en la práctica hay muchas otras variables".

No obstante, afirmó que el banco siempre analiza las eventuales operaciones que puedan aparecer, siempre y cuando creen valor para la entidad y los accionistas.

OFICINAS

El número dos del banco también se refirió a su plan de cierre de oficinas y salidas de personal y aseguró que en este momento se encuentra al 90% de ejecución.

Hasta la fecha, el banco ha cerrado 350 oficinas de las 450 previstas y aseguró que a las 100 que faltan se les echará el cierre en los próximos meses.

En cuanto a los empleados que salen de la entidad, Álvarez confirmó que son unas 1.000 personas, la mayoría de las cuales se encuentran en los servicios centrales. "Si hubiera que hacer más, lo habríamos hecho", sentenció.

Con respecto al negocio en España, Banco Santander finalizó el primer semestre con un beneficio de 573 millones, frente a los 489 de hace un año. El sector inmobiliario tuvo unas pérdidas de 144 millones, frente a los 163 del primer semestre de 2016.