Así se pronunció Fernández de la Vega en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros después de que Álvarez Cascos acusara a una “camarilla policial” de falsificar o destruir pruebas relacionadas con el caso “Gürtel”.

Tras conocer los detalles contenidos en el sumario, Fernández de la Vega reiteró el respeto del Gobierno a la actuación y a los tiempos de los jueces, pero en el ámbito político insistió en que el PP y sus máximos dirigentes “deben elevar el nivel de exigencia” sobre lo ocurrido en sus filas y explicar “lo sucedido y lo que está sucediendo”.

“En política no vale todo”, sentenció la vicepresidenta, y contra la corrupción “hay que adoptar decisiones claras, contundentes, firmes”, que los ciudadanos entiendan y puedan tener claro que para sus políticos la corrupción “no está justificada” y hay hábitos y conductas “que no se pueden consentir”, con independencia de la sentencia final.

Sólo a partir de esos comportamientos que se han conocido, aseguró, “es exigible información, explicaciones y asunción de responsabilidades políticas”.

De forma especial cargó la vicepresidenta contra Álvarez Cascos, cuyas palabras juzgó de “extrema gravedad”. En un estado de Derecho, argumentó, el que acusa debe presentar las pruebas, y ante unas acusaciones “tan gravísimas” contra la policía debe llevar esas pruebas a los tribunales o “rectificar de inmediato”.

Además, apuntó que la dirección del PP debe exigir a Álvarez Cascos esa rectificación “para defender el buen nombre” de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.