Con una duración de tres meses, este curso ha aprovechado los reconocidos beneficios que se consiguen a través del vínculo afectivo que se crea entre animal y persona. Según la Fundación Deporte y Desafío, las terapias asistidas con perros y caballos “aumentan la calidad de vida y mejoran tanto la condición física como la psicológica de los que las reciben. Las sesiones están diseñadas y ejecutadas por expertos en terapia con animales en base tanto a objetivos individuales como al trabajo en equipo”.

Los perros que participan en este tipo de terapias pasan por un proceso de selección previo y reciben una preparación especial para servir de complemento y factor de potenciación de los procesos terapéuticos y educativos. Desde la Fundación explican que “en los últimos años han aumentado este tipo de terapias que sirven de complemento en los procesos de recuperación y estimulación de personas con discapacidad", así como de personas con alteraciones de comportamiento, trastornos afectivos o enfermedades crónicas degenerativas, entre otras.

Los promotores de la iniciativa señalan que la relación con el animal fomenta la expresión de sentimientos y la capacidad de comunicación, aumenta la atención, la confianza y seguridad en uno mismo, potencia las actividades motoras, reduce los niveles de ansiedad y espasticidad y facilita la empatía.

Estos cursos se enmarcan en el convenio de colaboración suscrito entre el Real Patronato sobre Discapacidad y la Fundación Deporte y Desafío que prevé la realización de diversas actividades orientadas a personas con discapacidad a lo largo del año.