Según informó este miércoles la Policía, los agentes han intervenido más de 18.000 pantallas de teléfonos móviles falsificadas y maquinaria industrial para el embalaje y la reparación de los terminales, que se estima tendría un valor en el mercado de 2.500.000 millones de euros.

La investigación comenzó hace pocos meses, cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de un grupo organizado especializado en fabricación y distribución de pantallas y componentes de telefonía móvil.

Tras varias gestiones, pudieron comprobar que los arrestados contaban con varios inmuebles, situados todos ellos en la misma finca, uno de los cuales estaba siendo utilizado como taller clandestino de reparación de terminales de telefonía de última generación, de forma irregular y sin respetar la normativa de protección de la propiedad industrial existente en España.

Las distintas actividades desarrolladas en la vivienda se encontraban perfectamente separadas y diferenciadas por estancias, cada una de ellas dedicada específicamente a la fabricación, embalaje, reparación o almacenamiento de los productos de telefonía móvil que más tarde saldrían al mercado.