Así lo indicó este miércoles en un corrillo informal con periodistas en el Congreso de los Diputados al ser preguntado por el calendario que prevé a partir de este momento, cuando acaba de cerrar su primera ronda de contactos con los dirigentes de todas las fuerzas políticas para explorar posibles vías de acuerdo tras los comicios del 26 de junio.

El líder del PP insistió ante los periodistas en que su intención es conseguir los apoyos suficientes para ir a la investidura, en el caso de que el Rey así se lo pidiera, y recalcó que le gustaría ir a la investidura para ser investido. Sin embargo, su plan actual es hacerlo el 2 de agosto, pese a que hasta este martes expresaba su voluntad de poder hacerlo la última semana de julio.

No obstante, tal y como reconoció este miércoles en rueda de prensa, estaría dispuesto a abrir un periodo de reflexión previo a la primera votación si ve que no recaba los apoyos suficientes. En cualquier caso, confirmó, ese periodo de reflexión no significa prejuzgar que va a renunciar a la investidura, porque tiene el empeño de repetir mandato como presidente.

CONTACTOS DISCRETOS

A partir de este momento y hasta que el próximo 19 de julio se constituyan las Cortes, Rajoy quiere seguir manteniendo contactos con los partidos con los que ve posible un acuerdo que permita la gobernabilidad del país, pero su intención es hacerlo de una manera totalmente discreta, sin convocatorias ni anuncios públicos.

Ahora, previsiblemente, no habrá más contactos públicos, pero sí seguirán las negociaciones en el ámbito privado. La discreción se considera fundamental para que puedan producirse progresos exitosos en este sentido.

Una vez constituidas las Cortes, el Rey escuchará a todos los partidos con representación en la Cámara Baja para conocer los apoyos iniciales. Cuando llegue ese momento, el jefe del Ejecutivo en funciones espera tener los apoyos necesarios para someterse a la investidura, pero durante la conversación con los periodistas no llegó a aclarar qué pasaría si no logra el respaldo suficiente de otros partidos.

PERIODO DE REFLEXIÓN

Otros dirigentes del PP precisan que si llegado ese punto Rajoy no tiene los apoyos suficientes, el Rey podría no encargar la investidura a ninguno de los candidatos en primera instancia y dar así unas semanas más de reflexión a los partidos para que sigan las negociaciones y cuando vuelva a consultarles exista un candidato con el suficiente respaldo.

Estas fuentes populares desean que, en el caso de que Rajoy no tenga los apoyos suficientes, el Monarca no encargue la investidura a otro candidato, sino que dé más plazo para negociar un acuerdo que permita a Rajoy seguir siendo presidente del Gobierno.

De ese modo, se repetiría algo parecido a lo sucedido entre enero y febrero, cuando Felipe VI tuvo que celebrar dos rondas de consultas antes de proponer formalmente a un candidato a la investidura, y cuando en marzo hizo un emplazamiento público a los partidos para seguir negociando mientras transcurría el plazo de dos meses que obligaba a repetir las elecciones generales.

En cualquier caso, si fallaran todos estos planes y Rajoy no consiguiera finalmente los apoyos que busca, la fecha que se baraja para la celebración de unas terceras elecciones generales sería la del 27 de noviembre, si bien Mariano Rajoy no se plantea esta posibilidad "de ninguna de las maneras".