Lo dijo en una entrevista en la Cadena Ser, recogida por Servimedia, al explicar que Podemos es “francamente ‘outsider’” y que cuando llegaron al Parlamento en enero de este año no conocían a fondo la actividad de la Cámara Baja.

Por eso, aseguró que “más allá” de los números para articular un nuevo gobierno “hay que cogerse el tono” y entenderse con el resto de fuerzas representadas en el Congreso. Postura que “quizás” no adoptaron en la pasada legislatura.

“Hemos hecho autocrítica sobre en qué medida ha habido tonos que quizá no facilitaran del todo el entendimiento”, reconoció el dirigente del partido morado. En este sentido, se refirió a la destitución del que fuera secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, por parte del líder de la formación, Pablo Iglesias. “No estuve de acuerdo y lo dije”, sostuvo, al afirmar después que considera que en Podemos los problemas no tienen “nombres propios”.

Preguntado en concreto por la gestión parlamentaria de Pablo Iglesias, explicó que las decisiones en Podemos se “asumen” de manera colectiva y excusó en cierto modo su labor en el Congreso diciendo que venían de un “tiempo acelerado” y “caliente” de las campañas electorales.

"NO HEMOS HECHO TODO BIEN"

La campaña del 26 de junio se vivió “en lugar de como un desempate” como “una prolongación de la incertidumbre” y los votantes eligieron finalmente “lo malo conocido”.

“Claro que no hemos hecho todo bien”, pero “en este Parlamento ya se pueden anticipar cambios”, subrayó al referirse a que, incluso con un gobierno del PP, pueden articularse mayorías para frenar la aprobación de leyes “porque es un Parlamento de transición” al cambio político que considera vendrá en el futuro.

Descartó, no obstante, que vaya a producirse una fractura en Podemos y dijo que lo que pasa en su partido es que “discutimos en serio y tenemos diferentes criterios”.

Reconoció también que, aunque tuvo “dudas”, finalmente aprobó y firmó, como miembro que es de la dirección de Podemos, la confluencia electoral con Izquierda Unida y manifestó incluso que “puede ser positivo mantenerla” en el futuro.

“MUCHA PRESIÓN” EN EL PSOE

Consideró que el Partido Socialista va a tener “mucha presión” para abstenerse en una hipotética investidura de Mariano Rajoy y por parte del secretario general socialista, dijo, “no ha habido ninguna propuesta para que le apoyen”.

Con todo, señaló que la responsabilidad primera para intentar formar gobierno la tiene, esta vez, el Partido Popular y que si “falla” podrán abrirse otras alternativas de gobernanza. “Siempre hubo otra alternativa, y creo que sigue encima de la mesa”, afirmó.

Ahora formar gobierno, dijo, “no significa un cheque en blanco y tranquilidad para cuatro años”. Ciudadanos, aseguró, ya va a dar “una abstención” a Rajoy “a cambio de nada”, y el PSOE “va a sufrir mucha presión dentro y fuera para que le dé una o muchas abstenciones al PP”.

Calificó el encuentro de este martes entre Rajoy e Iglesias de “cordial”, dado que el máximo dirigente del PP “sabía que de ahí no había mucho que sacar” y sabía que con Podemos “no va a ser investido”.

“Era el encuentro más libre de presión. Nuestra puerta es la única en la que no tiene nada que hacer”, explicó.

Sobre el futuro de la formación aseguró que tienen que demostrar que ya no son un partido “fruto de la crisis” o “la sorpresa Podemos”. “Tenemos capacidad de marcar el rumbo de un país alternativo”, manifestó. En este sentido, vio “malo” que se puedan repetir terceras elecciones, aunque aseguró que en este tiempo ha aprendido “a no descartar ninguna posibilidad”. “Creo que no las va a haber, pero esta todo encima de la mesa”, apostilló.