Podemos concluye que la "disonancia" entre el lenguaje parlamentario y el de campaña provocó su pérdida de votos

MADRID
SERVIMEDIA

Podemos concluyó este sábado que la "disonancia" entre el lenguaje que utilizó la formación morada durante su trabajo en el Congreso de los Diputados y el usado en la campaña electoral en las elecciones generales del 26 de junio fue lo que les provocó la pérdida de aproximadamente un millón de votos respecto a los comicios de diciembre.

Así se desgrana de los informes que se presentaron hoy en el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos por parte de la Secretaría Política, la de Análisis Político y Social y la de Organización.

En concreto, la Secretaría Política, que dirige Iñigo Errejón, ha analizado el periodo desde las elecciones de diciembre hasta las de junio para determinar qué falló en las últimas. En ese tiempo, fuentes de Podemos aseguran que, mientras que en diciembre movilizaron a un tipo de voto más "expresivo" e "ilusionante", en junio representó al del "cansancio y el hastío".

Las preguntas de la campaña de junio, manifiestan las mismas fuentes, eran: de quién era la culpa de la repetición de elecciones y qué gobierno iba a haber. Eso, aseguran, no "funcionó", y la posibilidad de transformación en España que representaba Podemos se convirtió en una lucha del "orden" frente a la "incertidumbre" que generaba su partido.

Esta incertidumbre, explican desde la Secretaría Política de Podemos, "se disuelve con el tiempo con el trabajo institucional, pero para sobrepasar eso tienes que llegar a la gente". Lo que queda, continúan, es sellar ahora la "garantía de solvencia" y generar la confianza necesaria como para ganar las próximas elecciones generales.

Con todo, señalan que la elecciones del 26-J son las primeras a las que han llegado con "memoria", es decir, con la posibilidad de sus votantes de penalizarles por el trabajo parlamentario. Aun así, subrayan que mantendrán el discurso plurinacional para "reconstruir convivencia" y en el que se incluya la defensa de un referéndum en Cataluña, y por otro lado, tratar de aglutinar a los que faltan en el proyecto político, que engloba sobre todo a votantes menores de 45 años.

TRABAJO MÁS PAUSADO Y LENTO

En este sentido, señalan que tras estos comicios toca "levantar la cabeza" y dedicarse a enfocar un trabajo parlamentario "más pausado y lento" para generar confianza entre sus electores. Este tiempo, aseguran, quizás les proporcione momentos "menos sexys y rompedores", pero generará más seducción a largo plazo.

"Hay que acostumbrar a la gente a que somos parte del paisaje" y al mismo tiempo hay que dejar de ser "una especie de vehículo frenético que corre y corre".

Por su parte, la Secretaría de Análisis Político y Social de Podemos, que ha elaborado un estudio demoscópico para analizar los resultados del 26 de junio, señala tres elementos clave en esa pérdida de votos.

Por un lado, la desmovilización del voto de Izquierda Unida, es decir, que parte de la gente que votó a la federación de izquierdas en diciembre no votó a Unidos Podemos en junio. Por otro lado, está el trabajo parlamentario durante los meses de febrero, marzo y abril, y por último la "campaña del miedo" del PP hacia Unidos Podemos.

Precisamente este último punto es clave en el informe de la Secretaría de Organización, dirigida por Pablo Echenique. Este departamento concluye, tras haber consultado a los círculos de la formación, que el factor que ha influido más negativamente fue precisamente la denominada "campaña del miedo".

Además, la mitad de los 400 círculos que han participado en esta encuesta, coinciden en señalar que la confluencia con Izquierda Unida no ha terminado de ser del todo positiva. Aún así, lo que sí ven claro es que la pérdida de votos tuvo lugar "antes de la campaña electoral", incluso antes de cerrar el acuerdo de la coalición electoral con IU.

La conclusión se centra, por tanto, en el trabajo parlamentario de Podemos y en el 'descuadre' que ha existido entre el discurso más potente que llevaron a cabo en el Parlamento, con intervenciones como la de Pablo Iglesias denunciando la 'cal viva' que mancha el pasado de Felipe González, y el de Unidos Podemos durante la campaña electoral con el lema 'La sonrisa de un país' y con un corazón multicolor como icono.

(SERVIMEDIA)
09 Jul 2016
LDS/clc/man