Lo hicieron aprovechando la reunión que mantuvieron en Moncloa dentro de la ronda de contactos iniciada por Rajoy para sondear apoyos de cara a su posible investidura.

Lo entienden como algo "simbólico", explicó Tardà, porque no tienen ninguna duda de que Rajoy conoce el contenido de esas conversaciones que se filtraron a los medios de comunicación.

Aprovecharon para decirle que esas conversaciones son algo "inadmisible" y declararse orgullosos de pertenecer a un partido con 85 años de vida que es "quizá el único en el que no se conocen casos de corrupción", por lo que aún entienden menos esa voluntad de "buscar algo que no han encontrado".

Le explicaron que han pedido la dimisión de Fernández Díaz y han denunciado su comportamiento ante los tribunales. Rajoy les respondió que hay una investigación abierta pero los dirigentes de ERC no percibieron "voluntad de aceptar nuestras posiciones".