Además, el 88 por ciento considera la violencia como un problma de consecuencias muy negativas y el 83 por ciento está a favor de imponer penas más duras a quienes la propugnan y ejercen.

Otras alternativas sugeridas por los encuestados son la expulsión del club, si son socios, de estos individuos (77,5 por ciento) o impedir que entren en los estadios si ya han sido fichados en ocasiones anteriores (72,5 por ciento).

En relación con la violencia dentro de los terrenos de juego, el 83,2 por ciento son favorables al endurecimiento de las sanciones federativa a los jugadores y el 74,4 ven bien la posibilidad de modificar el reglamento.

Una parte importante de los espectadores piensan que existen otro tipo de soluciones, como la reestructuración de los campos de fútbol para evitar situaciones de hacinamiento y "enjaulamiento" entre los espectadores, sustituyendo las localidades de pie y las vallas por plazas de asiento y fosos.

Respecto a la responsabilidad de los distintos colectivos que forman parte de este deporte en las situaciones de violencia qu genera, el 65,6 por ciento culpa a los árbitros, el 62,1 a los jugadores y el 56,4 a los propios aficionados.

Asimismo, un sector importante (41 por ciento) responsabiliza a los periodistas deportivos, el 39,5 a la RFEF, el 36,7 a los presidentes de los clubes y el 28,7 a los entrenadores.