El estudio da como resultado que la predisposición al voluntariado es más elevada entre las mujeres que entre los varones. Dos de cada tres mujeres se manifiestan a favor de desarrollar algún tipo de tarea voluntaria. Por edades, la disponibilidad al voluntariado es más alta entre los jóvenes de 20 a 24 años que entre los que tienen edades inferiores o sueriores.

En relación con la situación familiar, los jóvenes casados muestran menos disposición que los jóvenes solteros, debido a las obligaciones que impone la responsabilidad de una familia.

Los jóvenes estudiantes y los que combinan los estudios con el trabajo, además de los que se hallan a la búsqueda del primer empleo, expresan una posición mucho más dispuesta al ejercicio del voluntariado que los activos (ocupados o en paro) y sobre todo que quienes se dedican a las labores del hogar.

l nivel de estudios también es determinante a la hora de querer o no ser voluntario, dando como resultado una mayor disposición entre los jóvenes con estudios medios o superiores que entre los que sólo tienen estudios primarios.