Así lo puso de manifiesto este miércoles en rueda de prensa el presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, quien explicó que aunque en este momento está ya generalizado el reconocimiento de la violencia hacia los médicos como un atentado a una autoridad, es necesario que exista un protocolo de actuación común para tramitar las denuncias de agresiones a facultativos en el ámbito de su profesión en el sistema público de salud.

Otro de los aspectos que según los médicos mejoraría la "lacra" que supone hoy la violencia física y verbal hacia los profesionales sanitarios sería la creación de registros de agresiones en cada colegio de médicos provincial y de un observatorio nacional que permitiera tener más información, cuantitativa y cualitativa, sobre este problema.

Los registros provinciales de violencia en las consultas y el observatorio de las agresiones servirían para conocer cuántos actos violentos se producen, cuáles son sus causas, la existencia o no de diferencias según comunidades autónomas y ámbitos asistenciales, así como las diferentes formas de combatirlos, explicó el secretario general de la OMC, Serafín Romero.

Dada la importancia que los colegios de médicos dan a estos mecanismos (el observatorio y los registros provinciales de agresiones), propondrán su creación la semana que viene, en la Asamblea General que tienen previsto celebrar en Madrid, dentro del Congreso de la Profesión Médica.

En este encuentro, los facultativos sugerirán también la institucionalización del 12 de marzo como Día de la no Violencia Médica, en recuerdo de los profesionales sanitarios agredidos por pacientes.

Para ayudar a los médicos que trabajan en el Sistema Nacional de Salud a formalizar las denuncias por agresiones de pacientes, la Organización Médica Colegial presentó también una guía en la que se recogen procedimientos y recomendaciones para denunciar los casos de violencia y una especie de ficha con más de 40 ítems para reflejar cómo son los actos violentos cometidos contra los profesionales sanitarios.

Y es que, según la OMC, aunque no existen datos estatales de agresiones a médicos por parte de pacientes, se sabe que el número es muy elevado. Así, por ejemplo, un estudio realizado en Zaragoza en 2007 puso de manifiesto que el 67% de los facultativos encuestados había sufrido actos violentos por parte de los pacientes y que de ellos, el 11% fueron físicos.