Ante las multas recibidas por los organizadores de la anterior edición del Orgullo por sobrepasar los límites de ruido, el Ayuntamiento informó hace tres semanas de que trataría de evitar que este año se produjeran sanciones. En cualquier caso, la iniciativa aprobada hoy constituye una “medida excepcional con carácter temporal”, según explicó la teniente de alcalde, Marta Higueras.

Ciudadanos votó a favor de esta iniciativa, aunque criticó a los impulsores de la proposición, que considera “llega tarde”, al tiempo que recriminó a Ahora Madrid y al PSOE no haber contado con su grupo para presentar la propuesta.

Por su parte, el Partido Popular se abstuvo y pidió que se votara por separado la distinción de carácter especial y la flexibilización de la aplicación de la ordenanza del ruido, porque existen “derechos enfrentados”, el que tienen los vecinos al descanso y el de los participantes en el Orgullo.

La portavoz del grupo municipal socialista, Purificación Causapié, defendió la iniciativa aludiendo a los beneficios que deja esta celebración, que ascenderían a 150 millones de euros en la capital y atrae a 300.000 turistas. Por esta razón y porque hay que “reivindicar” los derechos de las personas LGTB, el PSOE quiere que “se celebre el orgullo sin penalizar a sus organizadores”.