La organización afirmó que hay algunos subsectores, como el textil, que han registrado a principios de mayo un acumulado anual negativo de sus ventas, a la vez que la confianza ha descendido en 13 puntos en comparación con el año anterior.

Sin embargo, los comerciantes esperan que la formación “inminente” de un gobierno estable y el buen tiempo “devuelvan la confianza” y se desarrolle una campaña de rebajas con resultados positivos.

A pesar de que la CEC ha observado que en algunas de las principales capitales de provincia y otras grandes ciudades se han decidido a adelantar unos días los descuentos, se mantiene la idea generalizada de los beneficios de mantener el tradicional arranque de rebajas el 1 de julio.

En general, dado el importante stock acumulado por los motivos indicados, los descuentos iniciales a aplicar serán de entre el 30 y el 50%.

No obstante, los comerciantes ya han lanzado sus primeras propuestas para el nuevo gobierno, que pasan por impulsar una reforma de la normativa de los períodos de rebajas, para adaptarlos a las demandas reales de comerciantes y consumidores.

“Tras cuatro años de aplicación de la nueva normativa, ya sabemos que el modelo actual no funciona”, indicó el presidente de la CEC, Manuel García-Izquierdo.