López se pronunció de esta manera en su intervención en el acto de homenaje rendido en el Congreso de los Diputados con motivo del Día Nacional de las Víctimas del Terorismo.

Frente al yihadismo, nuevo "terrorismo sin fronteras que pretende destruir democracia, libertad y civilidad para imponer fundamentalismos totalitarios", López reclamó unidad y determinación también sin fronteras.

Como ejemplo, la reacción de las instituciones y sociedad españolas frente a ETA, "un terrorismo de victimas selectivas para crear división y miedo en la sociedad española y vasca".

López denunció también "la soledad impuesta a las víctimas durante demasiado tiempo, el abandono en el que habitaron", y, junto a la unidad política y ciudadana, destacó para luchar contra el terrorismo lo "imprescindible" de la "memoria", porque "la vida arrebatada no puede ser restaurada, pero sí su memoria,

y la memoria debe alzarse como un muro que impida la vuelta atrás; que impida que nadie vuelva a empuñar un arma para matar al que piensa diferente y que sea considerado, por algunos indeseables, un héroe salvapatrias".

"Si cubrimos con un manto de desinterés lo que nos ha sucedido, si todos olvidamos el pasado, si pasamos esa página de nuestra historia sin leerla, no habrá ocurrido. Si todos olvidamos, el asesino dejará de serlo. Y la víctima volverá a ser asesinada de nuevo", advirtió. "Y peor que esto, es la memoria manipulada. El relato en el que el asesino escribe su pasado indultando sus asesinatos".

Dando las gracias a las víctimas por su ejemplo, López cerró el acto pidiendo un minuto de silencio a los asistentes.