La SEOR considera “injusta” la decisión adoptada por la Gerencia del centro burgalés, dependiente de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Castilla y León, y solicita “la anulación de eventuales acciones punitivas”, pues la notificación recibida por la facultativa podría acabar en el Servicio de Inspección.

Además, reclama la “inmediata mejora de la asistencia de los pacientes de cáncer en esa comunidad”.

A juicio de la sociedad oncológica, los hechos que han llevado a notificar la apertura del trámite de expediente a la doctora Ruiz "abunda en un escenario que ya ha sido puesto de manifiesto por diferentes asociaciones y colectivos de pacientes”.

De hecho, sostiene la SEOR, "la dispersión geográfica y la planificación de los servicios de Oncología radioterápica de la comunidad ocasiona que pacientes de algunas provincias de la comunidad hayan de desplazarse para recibir tratamientos de radioterapia a centros distantes de su lugar de residencia. Además, los centros a los que son enviados son a menudo cambiantes en función de la demanda".

Además, esta sociedad oncológica considera que la doctora Ruiz “ha sido injustamente tratada por expresar, en su blog, de forma rotunda la verdadera situación que sufren sus pacientes, exhausta tras comunicar oficialmente la situación de los pacientes sin tener respuesta”.

Recuerda que “los retrasos en la administración de radioterapia influyen negativamente en la posibilidad de curación de los enfermos, en mayor o menor medida, dependiendo de su situación clínica, como han demostrado diferentes estudios científicos”.

La entrada del blog 'Un rayo de esperanza' que ha llevado a la gerencia del hospital a tomar medidas contra la facultativa aborda las “inaceptables listas de espera que se sufren en estos meses para atender pacientes de radioterapia en su centro, ya que reciben enfermos de Burgos, Palencia y Soria”. Esas listas de espera son para atender los pacientes en primera consulta.

En el escrito de la Asesoría Jurídica del Hospital de Burgos se acusa a la doctora Ruiz de “que con sus declaraciones pudo haber faltado a ese deber de reserva y confidencialidad, habiendo utilizado información interna de la unidad y a la que por razones obvias tuvo acceso y consideramos innecesaria hacerla pública en evitación de una alarma social ya señalada”.

“Los profesionales que cada día están en contacto con los enfermos sienten con ellos las dificultades, anhelos y miedos y no pueden sustraerse al intento de aliviar las dificultades de los mismos. Lo hacen dedicándose más allá de lo exigible, trabajando más de lo remunerado y cuidando más de lo esperado”, apostilla la SEOR.

Para concluir, manifiesta que “nuestra sociedad tiene el deber de velar para que los pacientes candidatos a tratamiento radioterápico lo reciban en los tiempos oncológicos necesarios para que el retraso en el inicio del mismo no modifique su supervivencia”.