En la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Permanente del Episcopado celebrada en Madrid, Gil Tamayo recordó que esos derechos son la libertad religiosa; “la opción europea”, que “preserva” de determinadas “tentaciones” que “atenten” a la vida democrática, y la tradición. “Nuestro pueblo tiene un alma que no pueden ser reducidas a lo privado”, sentenció.

“El 26-J la palabra es de los ciudadanos, pero no sólo de ellos, que en conciencia con sus principios han de dar con libertad su voto a los candidatos que responden a sus expectativas y sus convicciones, también es responsabilidad de los políticos. No podemos ni es bueno para nuestro país que los problemas de desempleo y desigualdades estén en una eterna espera ante la concitación de un gobierno”, dijo.

80% DE CATÓLICOS

El portavoz subrayó que la CEE se ofrece para “aunar” posturas, por lo que apela a los católicos, que suponen el 80% de la población española, a los hombres “de buena voluntad”, y a la clase política “a promover una cultura de diálogo”, en la línea del discurso que pronunció el Papa el pasado 6 de mayo cuando recibió el Premio Carlomagno.

Gil Tamayo recordó que el Papa Francisco insiste en fomentar esa cultura “para reconstruir el tejido social, involucrar a todos los actores sociales por una sociedad justa, con memoria y sin exclusiones”. En opinión del secretario general de la Conferencia Episcopal, “es un buen apunte” para el marco político que habrá el próximo 27 de junio.

LOS OBISPOS SON LIBRES

Durante su intervención, también recordó que cada obispo es “autónomo” y se mueve en su diócesis “con entera y absoluta libertad en comunión con el obispo de Roma”, y que “ningún partido agota el marco cristiano”, en referencia a que desde la creación de la CEE hace medio siglo ninguna sigla ha presentado programas que encajen al cien por cien con la doctrina social de la Iglesia y el Evangelio.

Por ello, “cada uno en conciencia, en coherencia y libertad debe decidir a quién debe dar el voto”, subrayó, y “si es católico, en coherencia con la Doctrina Social de la Iglesia”. “El voto es un deber moral, no sólo un deber ciudadano. Si hablamos de diálogo, es uno de los actos que más nos honra como ciudadanos”.

Además de las palabras del Papa, la CEE mantiene su postura respecto al documento ‘Iglesia, Servidora de los pobres’ que presentaron el 24 de abril de 2015 en Ávila como “guía” ante las citas electorales.