La Organización de Naciones Unidas señala que siete millones de personas viven por debajo del nivel de emergencia alimentaria, lo que supone un incremento del 15% con respecto a los datos de junio de 2015.

Según Jamie McGoldrick, coordinador humanitario de la ONU para Yemen, “los resultados de este informe muestran claramente la gran magnitud de la crisis humanitaria. De hecho, es una de las peores crisis del mundo y sigue empeorando, por lo que la inseguridad alimentaria es inaceptablemente alta”.

Las principales causas de esta inseguridad son la escasez de combustible y las restricciones a las importaciones que han reducido la disponibilidad de alimentos de primera necesidad y que el país importa en un 90%. Además, los precios internos del trigo subieron un 15%.

Esta organización advierte que la desnutrición se sitúa en niveles alarmantes en la mayoría de las provincias de Yemen, un país que además de vivir un grave conflicto político ha sufrido varios ciclones en los últimos meses, así como inundaciones repentinas y plagas de langostas.