De hecho, el calor llegará al norte de la península, especialmente a Castilla y León, que acostumbra a ser la región más fría del país, y algunas de sus zonas se acercarán a los 35 grados en el primer día de verano, al igual que en el valle del Ebro y el cuadrante suroeste peninsular, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

La predicción de la Aemet, recogida por Servimedia, indica que las temperaturas subirán hoy en el interior peninsular y balear, salvo en zonas de Andalucía, el área mediterránea y las islas occidentales de Canarias, que permanecerán con pocos cambios. El aumento será notable en zonas del norte central peninsular, con 7ºC más en Pamplona y 5 en Bilbao, Logroño, Soria y Vitoria.

Entre las capitales, los termómetros marcarán 38ºC en Badajoz; 37 en Córdoba; 36 en Granada, Sevilla y Toledo; 35 en Ciudad Real, Jaén y Zaragoza, y 34 en Cáceres, Guadalajara, Huelva, Lleida, Salamanca, Valladolid y Zamora. Hará menos calor en A Coruña (21), Santander (22), Ceuta (23) y Melilla (24).

Por otro lado, el cielo estará despejado o poco nuboso en la mayor parte del país, salvo con algunos intervalos nubosos de nubes bajas al principio del día en Galicia, el Cantábrico occidental y el norte de las islas occidentales de Canarias. También podrá haber algo de nubosidad de evolución por la tarde en zonas montañosas de la mitad norte peninsular y en la Meseta Norte, con algún chubasco o tormenta en general de débil y con carácter aislado en el interior de Galicia, la Cordillera Cantábrica y los Pirineos orientales.

Este martes soplarán vientos de componente este y sur en la mitad sur peninsular y el valle del Ebro, con intervalos de fuerte en el litoral de Andalucía oriental y de levante fuerte en el Estrecho. Serán de componente sur en los litorales valenciano y catalán, y norte y este en el litoral de Galicia y, con algunos intervalos de fuerte, en las islas occidentales de Canarias.

¿CUÁNTO DURA EL VERANO?

Por otra parte, el verano durará 93 días y 15 horas y terminará el próximo 22 de septiembre, cuando llegará el otoño, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional, perteneciente al Instituto Geográfico Nacional.

El inicio de las estaciones viene dado, por convenio, por aquellos instantes en que la Tierra se encuentra en unas determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol. En el caso del verano, esta posición se da en el punto de la eclíptica en el que el astro alcanza su posición más boreal. El día en que esto sucede, el Sol alcanza su máxima declinación Norte (+23º 27') y durante varios días su altura máxima al mediodía no cambia; a esta circunstancia se le llama también solsticio (‘Sol quieto’) de verano. En este instante en el hemisferio sur se inicia el invierno.

La jornada del solsticio de verano corresponde a la de mayor duración del año. Alrededor de esta fecha se encuentran el día en que el Sol sale más pronto y aquél en que se pone más tarde.

Se podría pensar que el día más largo del año es también cuando el Sol sale más pronto y se pone más tarde, pero no es así debido a que la órbita del planeta alrededor del astro no es circular, sino elíptica, y a que el eje de la Tierra está inclinado en una dirección que nada tiene que ver con el eje de la elipse. Ello hace que un reloj solar y nuestros relojes, basados en un Sol medio ficticio, estén desajustados. El día en que el Sol salió más pronto fue el 14 de junio, mientras que el día en que se pondrá más tarde será el 27 de junio.

Desde el punto de vista astronómico, este verano habrá dos eclipses: uno anular de Sol el 1 de setiembre (visible en el Atlántico, África y el Índico) y otro penumbral de Luna el 16 de septiembre (visible en el Pacífico, Australia, África y Europa, España incluida, con el máximo a las 20.52 horas de la península).

Por último, la tradicional lluvia de estrellas de las Perseidas sucederá hacia el 12 de agosto y su observación se verá dificultada en la primera parte de la noche por hallarse la Luna en fase posterior al cuarto creciente.