Según la directora general de Consumo, Carmen Martínez de Sola, en todas las campañas de inspección se ha previsto una segunda vuelta para confirmar si los requerimientos formulados por la primera visita se han cumplido. Con ello se pretende concienciar al pequeño vendedor o distribuidor para que cumpla la normativa de consumo y sancionar los casos más flagrantes.

Durante el primer trimestre del año se realizaron dos campañas de inspección en el sector de las autoescuelas y sobre el etiquetado y la seguridad de los juguetes magnéticos, que pueden presentar riesgos de atragantamiento para los niños; y a partir de abril se han programado inspecciones en los servicios de reparación urgente a domicilio, y las mudanzas y portes a domicilio.

Además, se realizará un control de insecticidas y ambientadores de uso doméstico, en una campaña coordinada a nivel nacional.

Para la segunda mitad del año hay programadas inspecciones de control de calidad y etiquetado de productos textiles, centradas sobre todo en ropa de bajo precio cuya calidad podría ser inferior a la composición que aparece en la etiqueta.

Además, como en años anteriores, se realizarán campañas generales en establecimientos de venta de productos y de prestadores de servicios. Los inspectores ya están tomando muestras de productos eléctricos, pequeños electrodomésticos y máquinas para su envío a los laboratorios correspondientes de análisis, con el fin de detectar posibles riesgos para la seguridad y salud de los consumidores.

Otros productos que se analizarán son los conversores TDT, chalecos reflectantes o equipos electrónicos de gimnasia. Campanas, extractores, ventiladores, neveras portátiles, centrales de aspiración al vacío o bañeras, que también serán enviados a los laboratorios para su análisis.

Para el verano se ha previsto realizar tomas de muestras de aparatos de aire acondicionado, infladores, depuradoras de piscinas o bicicletas, entre otros productos, además de las inspecciones habituales en seguridad de los juguetes.

En el año 2009, la Comunidad de Madrid realizó diez campañas de inspección que derivaron en la realización de 3.185 actas de inspección, 48 expedientes sancionadores y 81.523 productos retirados por los servicios municipales y autonómicos de consumo.