El plan, desarrollado en colaboración con el Ministerio de Sanidad haitiano, ha tenido como una de sus primeras prioridades la vacunación de los campos de desplazados que aparecieron a consecuencia del terremoto, por las pésimas condiciones de salubridad y hacinamiento. El objetivo era evitar los efectos de enfermedades contagiosas mediante la vacunación de al menos un 95% de las personas acogidas a los mismos.

La unidad sanitaria ha incluido dentro de sus equipos de inmunización, además de marineros voluntarios de la dotación del “Castilla”, a siete enfermeras haitianas y tres traductores, con el fin de que adquiriesen la formación necesaria para posteriores vacunaciones, informa el Ministerio de Defensa.

La vacunación se ha llevado a cabo en tres grupos de edades. A los niños menores de nueve meses se les ha administrado la vacuna de la difteria-tétanos-tosferina (DTP). Entre los 9 meses y los siete años, además de la DTP se les ha suministrado la del sarampión-rubeola, y a los mayores de siete años la de difterina-tétanos. Además se han proporcionado otras medidas higiénicas sanitarias como un tratamiento antiparasitario.

Durante las jornadas de vacunación el equipo sanitario ha realizado asistencia sanitaria en los campos de desplazados. Las patologías más frecuentes han sido sarna, parásitos, parasitosis intestinal, y algunos casos de malaria. Algunos de los pacientes atendidos, debido a sus necesidades asistenciales, fueron trasladados a bordo del hospital del “Castilla”, para recibir el tratamiento adecuado.