La presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, fue quien pidió ese minuto de silencio por un nuevo asesinato causado por "la barbarie". El auditorio, con unas mil personas dentro, guardó con respeto el homenaje y luego prorrumpió en una ovación por la fallecida.

Silva recordó que la política es el único instrumento que hay para mejorar la realidad y que Cox "defendía aquello en lo que creía y murió por defender aquello en lo que creía". Por eso, concluyó, es "intolerable" el hecho de que algunos "intentan desprestigiar a los políticos".

Cox falleció esta tarde tras ser tiroteada y apuñalada por un hombre que gritó, mientras la asesinaba, "¡los británicos primero!". La diputada presidía una asociación de amigos de Siria y también defendía la permanencia del Reino Unido en la UE.