De estas personas, unas 52.300 han huido de Mogadiscio (de ellas, unas 28.910 se han asentado en el corredor de Afgooye, a unos 30 kilómetros al oeste de la capital) y otras 26.300 se han desplazado a otros distritos de Mogadiscio.

El boletín de Acnur sobre la situación humanitaria de Somalia en el pasado mes de marzo señala que Mogadiscio registró enfrentamientos esporádicos entre las fuerzas del Gobierno Federal de Transición y los insurgentes, que tuvieron "un alto impacto en los civiles".

En este sentido, y según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 700 personas sufrieron heridas relacionadas con el conflicto (un 10% niños menores de cinco años) y fueron tratadas en los tres principales hospitales de Mogadiscio, en tanto que otras 30 murieron.

Además, la OMS subraya que los servicios sanitarios de emergencia de Mogadiscio contaban con pocos profesionales capacitados y suministros insuficientes.

"El conflicto en curso está suponiendo una carga adicional para el sistema de salud, ya débil, y los servicios están llegando al límite con la escalada de los niveles de traumatismo", señala.