El estudio, en el que han participado 547 hosteleros, concluye que la tortilla de patata es la más pedida en bares y restaurantes, seguida de las patatas bravas, la ensaladilla rusa y las croquetas. La bebida perfecta para acompañar la tapa es la cerveza, según el 70,38%, seguida por el vino, según el 27,79%, mientras que solo el 1,83% decide acompañarlo de un refresco.

Según el estudio, el 58,5% de los hosteleros ofrece la tapa de forma gratuita como acompañamiento con la bebida y el precio de la tapa para el 57,40% de los establecimientos que la cobrean se encuentra entre 1,50 y 2,50 euros, pero Gallego afirmó que “cada vez se detectan más tapas más elaboradas por un precio superior a los cuatro euros”.

Asimismo, establece que la tapa se disfruta especialmente los fines de semana (86,6%), mayoritariamente por la tarde/noche (42,33%) y cada cliente resuelve el momento tapeo con entre una y tres tapas en el 65,27% de los casos. El presidente de Saborea España, Pedro Larumbe, destacó que “la tapa es una seña de identidad de este país que debemos potenciar”.

En esta línea, el presidente de la FEHR, José María Rubio, defendió que “tenemos que vendernos mejor, tanto aquí como en el mundo para que identifiquen claramente que la tapa es un producto español al igual que todos sabemos que la pizza es de origen italiano”.

Por último, la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, hizo hincapié en que “tenemos que seguir trabajando para que el sector clave de la economía española, creador del 13% de nuestro empleo, siga siendo un sector competitivo y diferencial”, porque, aunque “somos el país más competitivo del mundo en sector turístico, tenemos que seguir trabajando para serlo y para eso nos puede ayudar muchísimo la gastronomía”.