Así, el aforo de la Catedral ha quedado fijado por un estudio en 1.200 personas. La seguridad privada contratada por el Cabildo será la encargada de velar poque se cumpla esta limitación y de contralar qué se introduce en la Catedral, aunque contará con el apoyo de la Policía Nacional.

En consecuencia, se habilitarán varios puntos de consigna para que los visitantes puedan guardar sus mochilas. Estos lugares no serán gratuítos, sino que tendrán una pequeña tarifa fijada por el Cabildo. Hasta el momento, los únicos puntos confirmados para este fin son la Casa do Cabildo y otro en la Avenida Xoan XXII, para las personas que accedan a la ciudad en autobús. Aquí también se podrán dejar bicicletas.

De ser necesario, se acondicionaría un tercer puesto en San Martín Pinario. Asimismo, se podrán usar las taquillas de la estación de autobuses. Lo que si se permitirá será la entrada con bolsos de mano, aunque serán revisados por los agentes de seguridad.

Además, a partir del Jueves Santo, todos aquellos que deseen traspasar las puertas del monumento tendrán que hacerlo por Praterías, excepto los que entren por la Puerta Santa. Sin embargo, estos tendrán que salir de nuevo por la Quintana, teniendo que dirigirse de nuevo a Platerías si quieren volver a acceder al recinto.

ALERTA ALTA EN SEMANA SANTA

Este incremento de las medidas de seguridad se debe a la alerta derivada de la Semana Santa. La Guardia Civil entró en esta alerta el 26 de marzo y la Policía Nacional dos días después. Este dispositivo se mantendrá activado hasta el día 12 de abril.

De este modo, la Guardia Civil se ha reforzado con 26 nuevos agentes en el Camino Francés. Asimismo, las Comandancias de A Coruña y Lugo acogieron cuatro nuevas patrullas del Seprona, lo que supone 12 agentes más. También se incorporaron dos escuadrones de caballería con 16 efectivos para el Camino de Santiago. En total, 3.200 agentes vigilan las diferentes rutas.

En lo que respecta a la Policía Nacional, el mayor incremento de medios se dio en Compostela, donde se concentran hasta 400 agentes. Así, han llegado a la ciudad un segundo grupo de UIP con 50 funcionarios y más agentes de unidades especiales, como un equipo de desactivación de explosivos y una unidad de vigilancia canina. También se incorporaron agentes del Servicio de Medios Aéreos, junto con un helicóptero. De ser necesarias, hay más unidades disponibles.

Este nivel de alerta volverá a activarse en verano y con motivo de la visita del Papa Benedicto XVI el 6 de noviembre. Sin embargo, aun no saben que agenda manejará el Sumo Pontífice.