Según informó el Instituto Armado, el destino final de la droga eran distintas empresas ubicadas en la Comunidad de Madrid y en la provincia de Barcelona. Han sido detenidas tres personas por su implicación en estos hechos.

La operación comenzó el pasado mes de febrero, tras localizarse, de forma rutinaria, en una empresa ubicada en Humanes de Madrid un contenedor que supuestamente transportaba generadores eléctricos y en el que se descubrieron varios paquetes de cocaína que arrojaron un peso de 400 kilogramos. La droga había sido introducida por el método denominado del "gancho perdido".

Este hallazgo motivó que de forma inmediata se procediera a contactar con las unidades de análisis de riesgo de la Guardia Civil y la Agencia Tributaria, para localizar la procedencia del contenedor que albergaba esta mercancía, lo que permitió localizar otro contenedor en el Puerto Seco de Coslada (Madrid).

Tras proceder a su apertura, se descubrió que alojaba otros 600 kilos de cocaína en el interior de varias sacas. En la documentación correspondiente al contenedor se declaraba que transportaba refrescos gaseosos.

Este contenedor, al igual que el anterior, había sido introducido en nuestro país a través del puerto de Valencia y en el mismo buque, por lo que también se comunicó a la Guardia Civil valenciana, que continuaron con la investigación junto con los agentes de Vigilancia Aduanera.

En el puerto valenciano, tras un estudio de la mercancía que había viajado en el mismo buque, inspeccionaron 15 contenedores, logrando localizar en un doble fondo 1.212 kilos de cocaína, cuyo destino final era una empresa de Viladecans (Barcelona).