Según informó hoy la Asociación El Defensor del Paciente, cuando contaba 64 años de edad, esta mujer sufrió una caída el 2 de enero de 2005, a consecuencia de la cual se produjo una fractura de ligamento en la muñeca izquierda, de la que fue atendida en el Servicio de Urgencias del Hospital Príncipe de Asturias, donde fue escayolada y remitida al especialista.

Al día siguiente y debido a los fuertes dolores que padecía, le abrieron la escayola y permaneció durante cinco semanas sin control médico alguno. Pese a que la muñeca afectada mostraba una afectación importante que limitaba su movilidad, el tratamiento rehabilitador no fue pautado hasta cuatro meses después.

Por ello, la paciente sufre actualmente secuelas consistentes en rigidez de muñeca y dedo, gran desviación dorsal, osteoporosis y sospecha de un síndrome simpático reflejo.

La sentencia considera probado que en este caso existió una demora en el tratamiento de rehabilitación y una disminución importante de los controles radiológicos pertinentes.