Así lo afirmó ayer en Oviedo el doctor Daniel López Acuña, asesor especial de la Organización Panamericana de la Salud, dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

López Acuña se encuentra en Oviedo para colaborar con la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales del Principado en un seminario denominado "Bases epidemiológicas para la planificación sanitaria", actividad que se inserta en la elaboración del Plan de Salud para Asturias.

El doctordijo que este elevado número de defunciones, desde que en enero de 1991 se dieran los primeros casos de cólera en Perú, no es más que la expresión de deficiencias acumuladas en estos países, en materia de agua potable, alcantarillado, servicios de salud y condiciones higiénicas, "muy profundizado en la década de los 60, en unos años de gran crisis económica en América Latina y donde se había deteriorado enormemente la inversión en servicios de salud".

En Latinoamérica se observan ahora dos tipos de enermedades, según el doctor Acuña, aquellas que pertenecen al mundo de la pobreza, como las diarreas y los procesos infecciosos, que alcanzan una gran mortalidad, sobre todo infantil, y aquellas que se dan en el mundo desarrollado, como enfermedades crónicas degenerativas o la mortalidad por accidentes.

La lucha de la OMS al respecto se está viendo dificultada por la gran variedad de enfermedades, a las que se ha sumado el SIDA. El doctor señaló que "se van agravando las prioridades a los problemas. ElSIDA en algunos de los países, como Brasil, Méjico u Honduras, empieza a cobrar una importancia cada vez mayor y afecta a un mayor porcentaje de la población".

"Además de los patrones como los homosexuales o los drogadictos, ahora también empieza a manifestarse otro tipo de patrones, como la transmisión heterosexual del SIDA, lo que nos plantea problemas adicionales y el tener que dar una prioridad mayor a la lucha contra el síndrome", agregó.