A las siete de la tarde, los propietarios de los establecimientos cerraron sus puertas y apagaron las luces de escapartes y fachadas en disconformidad con la escasa información que el ayuntamiento ha dado sobre la instalción del hipermercado.

Los empresarios y sus empleados se concentraron ante el ayuntamiento, donde se encontraban reunidos los concejales en un pleno ordinario e hicieron entrega de un escrito.

En el comunicado, se pide a la corporación que reconsidere la repercusión de un hipermercado en la capital almeriense e informe a la población sobre la situación puesto "que andan en juego los intereses laorales y comerciales de muchas miles de personas".