Según informó hoy la Organización Nacional de Ciegos Españoles, en la mayoría de los casos los campamentos están abiertos a la participación de niños con otras discapacidades asociadas a la ceguera y también de pequeños sin discapacidad, "con el fin de potenciar una plena integración de los grupos y el conocimiento mutuo entre los escolares".

La organización y coordinación de cada uno de estos campamentos corresponde a los distintos centros que la ONCE tiene repartidos por las diferentes provincias españolas, que eligen cada año enclaves atractivos y adaptados para el disfrute de los menores.

Como en el resto de campamentos, pero con la accesibilidad universal y el diseño para todos como máxima, los más pequeños que acuden a estas colonias de la ONCE se centran en actividades deportivas y tareas relacionadas con la naturaleza, mientras que las actividades destinadas a los jóvenes están más pensadas para el aprendizaje de idiomas, deportes de aventura, turismo, etc.

Las localidades de Cazorla, en Jaén, e Isín, en Huesca, son los dos primeros destinos de los campamentos, organizados por los centros de la ONCE de Almería, el primero, y de Aragón, Navarra y La Rioja, el segundo. En ellos participan niños y adolescentes de entre 7 y 17 años y se celebran durante la última semana de junio.