La encuesta, que refleja la evolución de la opinión de los españoles entre 1995 y 1998, revela que ha habido una tendencia positiva de la percepción que tienen los españoles de los impuestos en estos cuatro años, puesto que en 1995 un 78,7% opinaba que lo que pagan se adecúa nada o poco a lo que recibe y sólo un 21,3% pensaba que estaban proporcionados.

Los agricultores son el colectivo que mejor opinión tine al respecto, puesto que dan un 3 (en una escala del 1 al 4). No obstante, todos los grupos consultados dan una valoración parecida: los profesionales y asalariados un 2,8, los inactivos y parados un 2,9 y los empresarios un 2,7.

En conjunto, los españoles dan un 2,9 a la adecuación de los impuestos a los servicios que se reciben, cuando en 1995 la puntuación era del 2,3 (por debajo de la media de 1 a 4, que es 2,5).

No obstante, los resultados mejoran si se relacionan los tributos con la intenión de que los servicios públicos avancen. En este caso, aumenta la proporción de los que piensan que los impuestos están justificados. La encuesta ha tenido en cuenta las opiniones de 1.500 españoles seleccionados por hábitat, género, edad y categoría socio-económica.

De 1995 a 1998 se observa cierta mejoría en la percepción que tienen los ciudadanos de los servicios públicos y prestaciones sociales que reciben a cambio de sus impuestos. De esta forma, un 62,3% piensa que han mejorado, 2,3 puntos más Hay que matizar, no obstante, que en 1996 y 1997 este porcentaje era inferior al de 1995.

En cambio, sólo un 7,3% de los contribuyentes cree que han empeorado estos servicios, 6 puntos menos que en 1995. Por último, un 27,8% sostiene que siguen igual, tasa mayor en casi 4 puntos a la de cuatro años antes.

CUMPLIMIENTO Y FRAUDE FISCAL

En cuento a la evolución del cumplimiento con los deberes fiscales, un 12,2% de los encuestados cree que ha empeorado, tasa sensiblemente inferior al 27,4% de 199. Por contra, un 78,4% asegura que ha mejorado, lo que supone un aumento de casi 10 puntos porcentuales.

El IEF atribuye esta mejoría en la opinión de los contribuyentes a la evolución del sistema de retenciones (principalmente salariales) y a un mayor control de la Inspección de Hacienda. En cambio, la mayoría de los encuestados no cree que este hecho se deba al convencimiento de los ciudadanos respecto al deber cívico de pagar impuestos.

De hecho, un 36,6% de los españoles todavía piensa que elfraude fiscal ha aumentado, aunque esta tasa es casi 20 puntos menor que en 1995. Sin embargo, un 52,2% asegura que ha disminuido, con una subida de 13 puntos.

Un 54,6% de la población afirma que existen casos de fraude importante y muchos engaños menores, pero piensa que los impuestos se pagan de una forma bastante correcta en general, mientras que un 35,6% dice que el fraude está muy generalizado y que el cumplimiento de los deberes fiscales es muy imperfecto.

A pesar de esto, todavía más de un25% de los ciudadanos justifica de alguna forma el fraude: un 19,9% opina que que hay circunstancias en la vida que lo propician, mientras que un 5,9% asegura que esta conducta es algo consustancial en el sistema tributario y que de este modo se consigue un cierto equilibrio.

Son mayoría los españoles que rechazan el fraude por solidaridad y principios: un 68%, porcentaje que ha aumentado en 2,5% en relación con 1995.

SERVICIOS DE ATENCION

Los servicios que presta la Agencia Tributaria al contrbuyente es el último de los temas sobre los que pregunta el IEF. Un 25,4% de los consultados dice usar estas prestaciones, frente a un 32% que los conoce, pero no los utiliza, y un 40,6% que no sabe de su existencia.

La valoración de los funcionarios que trabajan en la Agencia es positiva. De esta manera, con una escala de puntuación del 1 al 7 (con el 4 como media), los ciudadanos dan 5,3 puntos a su preparación técnica, 5,2 al trato recibido, 4,7 a su imparcialidad y un 4 a su preocupación por los poblemas de los contribuyentes.